CASO NÓOS

Sentencia Nóos: Iñaki Urdangarín, condenado a 6 años y 3 meses de cárcel y la Infanta Cristina queda absuelta

8 meses después del final del juicio, se ha conocido el contenido de la sentencia del Caso Nóos para las 17 personas encausadas.

Guillermo Álvarez 17 Febrero 2017 en Bekia

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El día ha llegado. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de les Illes Baleares ha comunicado al mediodía del viernes 17 de febrero el contenido de la sentencia del Caso Nóos, cuyo juicio se celebró entre el 11 de enero y el 22 de junio de 2016 en la Escuela Balear de Administración Pública de Palma.

La sentencia ha sido condenatoria para los principales cabecillas de la trama, Iñaki Urdangarín y Diego Torres. En el caso del cuñado del Rey, ha sido condenado a 6 años y 3 meses de cárcel y una multa de 512.000 euros por los delitos de malversación, prevaricación y falsedad documental, fraude a la administración, tráfico de influencias, y dos delitos fiscales, además de 7 años de inhabilitación. En cuanto a su exsocio, la pena ha sido de 8 años y 7 meses de cárcel y una multa de 1.700.000 euros. Estaban imputados por las mismas causas, y aunque Torres contaba con un delito fiscal menos, su pena ha sido mayor porque a él sí se le ha mantenido el delito de blanqueo.

Para la Infanta Cristina, la sentencia ha sido más favorable y ha quedado absuelta, al igual que la mujer de Torres. Esta tiene que pagar 345.000 euros en concepto de responsabilidad civil y la hermana del Rey Felipe tendrá que abonar una multa de 265.000 euros también en concepto de responsabilidad civil (a título lucrativo en Aizoon). Mientras la Fiscalía jamás ha ido contra ella, Manos Limpias se personó como Acusación Popular, pidiendo para la hermana del Rey 8 años de prisión por los dos delitos fiscales que le fueron imputados.

Cronología del Caso Nóos

Termina así una larga espera que ha sido un martirio para la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, que han vivido un infierno que comenzó hace más de 5 años cuando estalló el Caso Nóos. Ahora cabe esperar un recurso, por lo que la entrada en prisión de Iñaki Urdangarín se dilatará en el tiempo.

Se cierra así a nivel judicial una historia que comenzó hace 11 años cuando el diputado socialista Antonio Diéguez pidió explicaciones por cómo estaba gastando el Govern Balear el dinero público, citando como ejemplo los 1,2 millones de euros que el Instituto Nóos había cobrado por organizar en Palma un foro sobre turismo y deporte conocido como Illes Balears Forum. Comenzó poco después una investigación que se centró en el Palma Arena y que acabó salpicando de lleno al Instituto Nóos, abriéndose una pieza separada que se encargó de instruir el juez Castro y que se llamó Caso Nóos o Caso Urdangarín.

El 7 de noviembre de 2011 es una fecha que el matrimonio Urdangarín de Borbón no podrá olvidar jamás. Esa tarde, Anticorrupción registró la sede del Instituto Nóos en Barcelona, encontrando documentos comprometedores contra los socios de la entidad, que jamás pensaron que la Justicia pudiera meterse en sus negocios. Tras semanas de informaciones que destrozaron la imagen del entonces Duque de Palma, que incluso llegó a ser apartado de los actos oficiales por la Casa del Rey, que calificó su comportamiento de "no ejemplar" en boca de Rafael Spottorno, llegó la imputación en plena Navidad, precisamente tras el recordado discurso del Rey Juan Carlos en el que señaló que "la Justicia es igual para todos". Los días 25 y 26 de febrero acudió a declarar a los juzgados de la Vía de Alemania de Palma, donde desvinculó a la Casa Real de sus actividades privadas, proclamó su inocencia y culpó de todo a su exsocio Diego Torres. Este se había negado a declarar anteriormente para esperar a ver qué decía quien un día fue su socio y amigo íntimo.

El tiempo fue pasando, y todo se ponía cada vez peor para Urdangarín. Sin embargo, la gran sorpresa llegó en abril de 2013, cuando el juez Castro imputó a la Infanta Cristina por su responsabilidad en Aizoon, empresa compartida al cincuenta por ciento por el matrimonio Urdangarín de Borbón. Comenzó así la guerra entre el juez y el fiscal Horrach, que no vio, ve ni verá delito en la actuación de la hermana de Felipe VI.

Un mes más tarde recibió una gran noticia, ya que la Audiencia de Palma retiró la imputación. Cristina de Borbón pudo respirar tranquila hasta que el 7 de enero de 2014 Castro le imputó por blanqueo de capitales y dos delitos fiscales. Esta vez no se libró y tuvo que declarar el 8 de febrero de ese año.

Su comparecencia fue como se esperaba: respondió con evasivas, negó todas las acusaciones y basó su desconocimiento en la confianza ciega que tenía hacia su marido, del que se fiaba totalmente. El juez Castro no la creyó, y el 25 de junio de 2014 anunció que seguía imputada. Posteriormente, la Audiencia de Palma le retiraba la imputación por blanqueo y le mantuvo los dos delitos fiscales. Cristina de Borbón tendría que ir a juicio, pero podía dar gracias, ya que se le había retirado el delito más grave.

Un juicio histórico

El 11 de enero de 2016 empezó el juicio por el Caso Nóos. Uno de los imputados, Miguel Tejeiro, cuñado de Torres, pasó de imputado a testigo tras alcanzar un acuerdo con Manos Limpias, que retiró la única acusación que pesaba sobre él. Iñaki Urdangarín y Diego Torres unieron fuerzas por primera vez para ir contra el que fuera contable de Nóos.

El 'gran' momento del exjugador de balonmano fue el 26 de febrero, cuando se sentó frente a las juezas Rocío Martín, Samantha Romero y Eleonor Moyà y escuchó las preguntas del fiscal Horrach, que pidió para él 19 años y medio de cárcel. Urdangarín se mostró nervioso, negó encargarse de las facturas y acusó a Miguel Tejeiro. Al mes siguiente llegó de nuevo su turno de declarar, y en esta ocasión confesó que todo lo que se hacía en Nóos contaba con la supervisión de Casa Real, desmintió que el Rey Juan Carlos hubiera mediado en sus negocios y desvinculó de nuevo a la Infanta Cristina de Aizoon.

En el caso de Cristina de Borbón, no logró zafarse del juicio al no aceptarse la Doctrina Botín. El 3 de marzo, la Infanta Cristina declaró por primera vez en el juicio, matizando que solo respondería a su abogado, y no a la acusación popular, que fue la única que quiso preguntar a la señora Borbón.

La abogada Virginia López Negrete, abogada de Manos Limpias, realizó una serie de preguntas que tuvieron como respuesta silencio y más silencio, solo interrumpido por las quejas de la jueza Samantha Romero, cabreada por las valoraciones introducidas en las preguntas. Cuando llegó el turno de las cuestiones de su letrado Pau Molins, la acusada recuperó el habla. A grandes rasgos, la Infanta Cristina negó conocer lo que se había pagado con Aizoon y aseguró desconocer la actividad de la empresa.

El 22 de junio terminó el juicio, quedando visto para sentencia. Se esperaba para el otoño, pero la falta de acuerdo entre las tres juezas del tribunal que presidieron el proceso no se ponían de acuerdo. Rocío Martín estaba en contra de una sentencia que consideraba que era favorable y a la baja para Iñaki Urdangarín y Diego Torres. Como se buscaba la unanimidad, Romero suplicó una prórroga al Tribunal Superior de Baleares, concediéndose de plazo hasta el 31 de marzo. Finalmente no ha hecho falta tanto tiempo, y el 17 de febrero se ha conocido una sentencia histórica por afectar a quien ha afectado, dos antiguos miembros de la Familia Real Española que jamás creyeron que tendrían que verse en un trance así.

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