El delincuente había sido encarcelado siete años por apuñalar, pegar y arrojar agua hirviendo junto a dos miembros más de su banda.
Susto en el Palacio de Kensington: la seguridad ordenó una revisión de seguridad de urgencia en la residencia de los Duques de Cambridge al conocerse que el un repartidor de muebles que había estado en prisión condenado por tortura había accedido al Palacio para realizar su trabajo. Darren Benjamin, así se llama el criminal, habría podido incluso ver a los hijos de los Duques de Cambridge: el Príncipe Jorge, la Princesa Carlota y el Príncipe Luis de Cambridge. Los hechos se produjeron mientras los pequeños se encontraban jugando en el patio estando al cuidado de María Teresa Borrallo, como ha informado The Sun.
Un ayudante del Palacio de Kensington ha declarado que la medida se tomó "para comprobar que los sistemas y procedimientos actuales son los adecuados". Por otro lado, un portavoz del Palacio de Buckingham ha explicado públicamente que "todas las entregas a los estados reales operan bajo estrictas normas, lo que implica la admisión solo de paquetes conocidos y la verificación de identidad al ingresar y acompañar al conductor y al vehículo". Asimismo, confirmó que las entregas se realizan bajo la supervisión de los oficiales de policía y el personal de seguridad. La condena de Darren Benjamin
Según informa Kilburn Times, Darren Benjamin fue encarcelado en 2008 y estuvo en prisión por 7 años después de torturar junto a dos hombres más a Anthony Powell en Wolverhampton (West Midlands). El grupo iba enmascarado, apuñaló en la pierna a la víctima y posteriormente le arrojaron agua hirviendo en la espalda antes de golpearlo.
Algunos testigos han declarado para estos medios que "es escalofriante" porque el sujeto había estado presumiendo ante sus amigos de lo cerca que ha estado de los hijos del Príncipe Guillermo de Inglaterra, así como se quedaron sorprendidos de que una persona con su historial haya podido estar tan cerca de la realeza. De momento, las fuerzas de seguridad del Palacio de Kensington han ordenado "un nivel refinado de evaluación de riesgo para quienes ingresen".