La Reina Isabel ha vivido mucho, se podría decir que ha vivido de todo. Varias generaciones de británicos solo la han conocido a ella como Reina. Se cree saber casi todo sobre ella, aunque al final solo quienes han estado o están más cerca de la Monarca saben qué hay detrás de Isabel II y están en disposición de contar anécdotas protagonizadas por la mujer que cuenta con el reinado más largo de la historia de Reino Unido.
Una de ellas es Angela Kelly, ayudante de moda y amiga de la Reina, que ha contado con su permiso para publicar el libro 'The Other Side of the Coin: The Queen, the Dresser and the Wardrobe'. La modista no quiso traicionar a su leal amiga y jefa y por ello le consultó antes de lanzarse a escribir. La Reina dijo sí, lo que se matiza en un libro que por tanto es autorizado.
Angela Kelly, que en 2002 fue nombrada Ayudante Personal, Asesora y Comisaria de Joyería, Insignias y Vestuario de Isabel II tras una década de servicio a la Reina, ha revelado algunos detalles curiosos y divertidas anécdotas que acaban con determinados rumores y muestran la verdad.
El bolso de Ascot
La ayudante regia ha dado por cierta la información que anteriormente había ofrecido Stewart Parvin, uno de los diseñadores de la Reina. Es cierto que cuando la Monarca tiene zapatos nuevos, hay un miembro del personal que se pasea por Buckingham Palace con ellos para adaptarlos y que no le hagan daño : "Esa persona soy yo", asegura Kelly, que señala que la Reina no tiene tiempo y como tienen el mismo número, le parece más adecuado encargarse ella misma.
Angela Kelly también se encarga de que nadie sepa de qué color es el sombrero que la Jefa del Estado lleva en Ascot hasta que no aparezca en público. El principal motivo por el que se guarda el secreto hasta el final no es solo para sorprender sin más, sino para las apuestas. Es tradición que se apueste sobre el color, y para evitar trampas, como pasó una vez, Angela Kelly coloca cinco sombreros de distinto color para que nadie pueda saber qué se pondrá.
Contacto físico con Michelle Obama
También hay espacio para hablar sobre Michelle Obama. Angela Kelly ha confirmado lo que ya contó la que fuera Primera Dama en su libro de memorias 'Becoming'. Los Obama visitaron Londres con motivo de la cumbre del G-20, momento que la Reina aprovechó para invitarles a Buckingham Palace. Se produjo ahí una tierna escena que se tachó como un error de protocolo por parte de Michelle Obama al abrazar a la Monarca.En 'Becoming', Michelle Obama recuerda que Isabel II le comentó: "Esos zapatos son muy incómodos, ¿no?", a lo que respondió que sí, y ante la complicidad que surgió entre ambas, no dudó en pasar su brazo por el hombro de la Reina. Ella no solo no se quejó del gesto espontáneo de la entonces Primera Dama, sino que acabó haciendo lo mismo.
En ese sentido, el libro de Angela Kelly revela lo que sintió Isabel II en ese momento: "Fue natural para la Reina mostrar afecto y respeto por Michele Obama, y realmente no hay protocolo que deba cumplirse. Cualquiera que esté cerca de Su Majestad no es una amenaza y ciertamente es de confianza", ha finalizado a ese respecto la ayudante.
El saludo de la Reina a James Bond
Por si fuera poco, ha recordado uno de los puntos fuertes de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, que contaron con un cameo de la Reina. Daniel Craig, actor que da vida a James Bond, tenía que ir a buscar a Isabel II a Buckigham Palace para llevarla al Estadio Olímpico de Londres. En el cameo aparecían hasta los corgi de la Monarca e incluso la Reina decía una frase.
Angela Kelly reconoce que no costó mucho convencer a la Reina de que participara: "Tras escuchar el plan de Danny Boyle, le pedí a él y a Edward Young (secretario privado de la Reina), que me dieran cinco minutos para poder preguntar a la Reina". No fue complicado convencerla, aunque puso como condición que quería decir una frase: "Por supuesto que tengo que decir algo. Después de todo, (Bond) viene a rescatarme". Al final, la Reina saluda a 007 diciendo: "Good evening, Mr Bond". Luego llegó el trabajo de Angela Kelly, que diseñó el vestido que llevó la Monarca más el de Gary Connery, el doble de la Reina que se tiró en paracaídas en el Estadio Olímpico.
El secreto para envejecer una reliquia familiar
Asimismo, Angela Kelly ha revelado un secreto de vestuario. Es tradición desde el bautizo de la Princesa Victoria, primogénita de la Reina Victoria, que los niños de la Familia Real Británica lleven el faldón con encaje de Honiton con lazos de satén blanco en su bautizo. Así fue desde 1841, pero viendo el deterioro por el paso del tiempo, la Reina Isabel encargó una réplica a Angela Kelly que se estrenó en 2008 para el bautizo de James Mountbatten-Windsor, benjamín del Príncipe Eduardo.
Que había una réplica y que era cosa de Angela Kelly ya se sabía. Lo que se ha desvelado ahora es que para hacer que pareciera antiguo, lo tiñeron con té de Yorkshire : "Colocamos cada pieza de encaje en un tazón pequeño, lleno de agua fría y una bolsita de té y lo dejamos durante unos cinco minutos, verificando regularmente hasta que el color quedara perfecto". Así consiguieron el efecto que lleva luciendo desde entonces.