Según publica el diario belga Het Laatse Nieuws tras consultar los archivos personales del ex primer ministro Achille Van Acker, Balduino pudo haber tenido un romance secreto con su madrastra Lilian Baels. El que fuera dirigente de Bélgica entre los años 1946 y 1958 se hizo eco en sus diarios de esta relación que en su día fue 'vox populi' y que ahora está en conocimiento de todos tras la desclasificación de sus escritos llevada a cabo por el gobierno de Brujas.
Un secreto que pudo provocar una grave crisis política
El padre de Balduino, el Rey Leopoldo III, se había casado con Lilian Baels en 1941 tras enviudar de la Reina Astrid (fallecida trágicamente en un accidente de coche en 1935 con tan solo 29 años) y, aunque fue bien recibida por sus hijos, nunca llegaría a gozar del pueblo belga. Eso sí, todo parece indicar que quien tuvo una relación muy íntima con ella fue el por entonces Príncipe Heredero.
El mayor temor del primer ministro en aquel momento era que la noticia se hiciese de dominio público, pero por suerte eso nunca llegó a pasar. Hasta ahora. Aún así, en la parte de sus archivos correspondiente a los años posteriores a su mandato, Van Acker todavía dedica unas palabras a este romance secreto y aporta las claves de la relación: "Lilian es la que manda [en la relación]. Balduino tiene miedo y al final siempre se arregla todo de acuerdo con sus deseos".
La española que llegó en el mejor momento
Todas estas informaciones contrastan increíblemente, como ya se ha dicho, con la imagen que hasta este momento todos tenían del Rey Balduino. Sin embargo, sí contribuyen a aumentar el misterio con el que se desarrolló su romance con la aristócrata española Fabiola de Mora y Aragón a mediados de los años 50. ¿Había finalizado su romance con la Princesa Lilian cuando empezó a verse con la hija de los Condes de Mora?
Finalizado dicho romance o no, el caso es que Balduino y Fabiola anunciaron su compromiso el 16 de septiembre de 1960 y su matrimonio duraría más de tres décadas. Solo la repentina muerte de él en 1993 pondría fin a una de las historias de amor más misteriosas y místicas de la realeza europea. Una historia solo superada por el supuesto romance del que ahora tenemos conocimiento y que, en caso de confirmarse, supondría uno de los mayores escándalos de la Monarquía Belga.