Sin embargo, Markle prefiere hacer oídos sordos y transmite la sensación de que nada ni nadie conseguirá empañar la felicidad que le infiere su relación con el royal inglés. Ante esta situación, sus hermanos han decidido dar un giro de tuerca y poner en el centro de su diana a un rival más débil: Doria Ragland, la madre de la mujer del Príncipe Harry. Samantha Grant ha sido la encargada de llevar a cabo la sucia jugada, enviando unos dardos envenenados a la mujer con la que, se dice, un día convivió.
Durante una intervención en 'Ed, Grant & Em', la hermanastra más envidiosa de América acusó a la madre de la Duquesa de Sussex de lucrarse de la boda real ofreciendo una entrevista a Oprah Winfrey y obteniendo dinero por ello. Además, también afirmó que ella había sido quien había filtrado unas fotos de Markle a la prensa, apoyándose en la versión de que era la única que podía tener acceso a las instantáneas. Sin embargo, Doria Ragland nunca ha hablado de su hija con la prensa y no existen pruebas suficientes que demuestren que ella vendió las fotos.
En cualquier caso, cuando los demás comentaristas reprocharon a Grant que ella también se estaba lucrando de la situación y había puesto a la venta algunos recuerdos de Markle, ella respondía que "algo va realmente mal si la familia y amigos de Meghan no pueden hacer dinero de esto. Los periodistas y los periódicos lo están haciendo y ellos tienen menos derecho", creyéndose legitimada para obtener beneficio a costa de su hermana por el simple hecho de compartir su sangre.
Tweets malintencionados
Pero la cosa no terminó en el programa de televisión, sino que al día siguiente continuó profiriendo insultos y faltas de respeto a la única miembro de la familia de Markle que no ha intentado sacar provecho del enlace real. Comenzó comparando a Ragland con un jugador de hockey en el área de penaltys y terminó culpándola de la ausencia del padre de Markle y Grant en la boda, aún sabiendo que el verdadero motivo de su falta fueron los problemas de corazón que padece. Por último, quiso aclarar que no le molestaba no haber acudido al evento, confesando que las grandes multitudes le agobian y que el tráfico de la capital británica es horrible.
Samantha Grant no se detiene ante nada y tampoco le tiembla el pulso a la hora de hablar del resto de la Familia Real Británica, asegurando que los Windsors no tienen derecho a sentirse superiores a los Markle, teniendo en cuenta las controversias en las que se han visto envueltos. "La realeza inglesa ha tenido varias generaciones de escándalos. Han tenido endogamia, abuso de sustancias, de alcohol e infidelidad", dijo la mujer que provoca los quebraderos de cabeza de la nueva inquilina de Nottingham cottage.