Hubo dos apariciones en el balcón del Palacio de Buckingham. La primera estuvo protagonizada por la Reina Isabel y su primo, el Duque de Kent, que ha vuelto a ejercer de acompañante al igual que lo hizo cuando Trooping the Colour se celebró en Windsor Castle en 2021, poco después de la muerte del Duque de Edimburgo. Ambos permanecieron durante 10 minutos viendo el desfile hasta que volvieron a entrar en el interior del Palacio de Buckingham.
La Reina Isabel salió al balcón seguida del Príncipe Carlos, Camilla Parker, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton y sus hijos, el Príncipe Jorge, la Princesa Carlota y el Príncipe Luis. También salieron a saludar el Príncipe Eduardo y Sophie de Wessex y sus hijos, Lady Louise y James Mountbatten-Windsor, la Princesa Ana y Sir Timothy Laurence, así como los primos de la Reina que sirven a la Corona, es decir, los Duques de Gloucester, el Duque de Kent y la Princesa Alexandra.
La Reina fue todo sonrisas y alegría. Estaba emocionada y se notaba, ya no solo por celebrar su cuarto Jubileo, el de Platino, el primero que se celebra en la historia de Reino Unido, sino por haber podido estar presente, algo que no siempre se puede garantizar debido a sus problemas de movilidad.
Unos dentro y otros fuera
La Monarca estuvo muy pendiente del cielo, como todos los demás, con la RAF no solo pintando la Union Jack, sino que también un 7 y un 0 en referencia a los 70 años de reinado de Isabel II. Estuvo muy pendiente también de su bisnieto, el Príncipe Luis, que estaba particularmente inquieto. Aplaudió, se tapó los oídos y abrió la boca y sin duda fue el gran protagonista por sus gestos con permiso de su bisabuela.
Mientras tanto, en el interior permanecían los miembros de la Familia Real Británica que no tenían derecho a salir al balcón, entre ellos el Príncipe Harry y Meghan Markle, a los que se vio desde las ventanas. Para verles completamente había que esperar al día siguiente en el Servicio de Acción de Gracias en St Paul, un acto al que estaba invitado el Príncipe Andrés, pero que se pierde al haber dado positivo en coronavirus. Todo un disgusto para él, pero sin duda un alivio para otros miembros de la Familia Real, que aunque desean que no le pase nada y que se recupere lo antes posible, tampoco tienen ganas de verle en actos públicos.