Como señala Aftonbladet, el presupuesto que cada año recibe la Monarquía se ha quedado corto, así que ha sido necesario pedir un crédito al Estado de 7 millones de coronas suecas, lo que vienen a ser 603.697,50 euros. Este crédito no es más que un anticipo que tendrá que volver a las arcas del Estado a principios de 2025, cuando la Casa Real recibe el dinero público que se destina para su mantenimiento y sostenimiento.
Ha explicado además que el déficit viene por una serie de razones. La primera es que la Corona ha querido ser muy ambiciosa y realizar muchas actividades oficiales. Asimismo, el Gobierno pide la presencia de la Familia Real en varios contextos. A ello hay que sumar la inflación, que ha disparado los costes, lo que ha llevado a que el presupuesto se haya quedado corto.
Las Visitas de Estado entrantes han salido caras, y en 2024 han sido más habituales. Se recibió al Presidente de Finlandia, Alexander Stubb, el Rey Federico X de Dinamarca, y al Presidente de Francia, Emmanuel Macron. "Normalmente hacemos dos visitas de Estado al año y estas visitas cuestan bastante dinero. Pero siempre queremos que sea una prioridad responder a las exigencias del Gobierno en materia de compromisos oficiales", indicó el director financiero.
Hay que tener en cuenta además que las Visitas de Estado de Alexander Stubb y de Federico y Mary de Dinamarca se dieron por relevos en las Jefaturas del Estado de sus respectivos países, y que por la vecindad y buenas relaciones, es costumbre que cuando eso ocurra, se recibe con todos los honores, algo siempre exigido y aprobado por el Gobierno y el Ministerio de Exteriores.
En cuanto a la austeridad de 2024, han conseguido ahorrar unos 2 millones de euros, y tienen que seguir apretándose el cinturón hasta que acabe el año: "Actualmente tenemos operaciones de bastante baja intensidad. Este otoño, por ejemplo, no celebraremos una cena representativa para ahorrar", a lo que se sume menos actividad para la Familia Real Sueca. En lo que no se va a escatimar es en los actos por la entrega de los Premios Nobel, que tiene lugar cada 10 de diciembre, y donde la Familia Real Sueca muestra que la pompa y la fanfarria son una parte esencial del negocio.