La esperanza de vida ha crecido enormemente en los países desarrollados desde la segunda mitad del siglo XX. Los tiempos de prosperidad que llegaron tras la II Guerra Mundial y la instauración del Estado del Bienestar provocaron un avance en la medicina que ha logrado que ser centenario no sea algo tan extraño.
En la realeza europea ha habido algunos ejemplos de royals longevos que han logrado pasar la esperanza de vida media, y en la actualidad destacan cinco, de más o menos importancia, que cuentan con más de 90 años. Algunos de ellos siguen incluso trabajando y sin ganas de jubilarse y ceder el testigo a la siguiente generación, que espera su turno casi ya en la vejez.
La Infanta Alicia, la royal más longeva de la historia de España
El 13 de noviembre de 1917 vino al mundo en Viena Alicia María Teresa Francisca Luisa Pía Ana Valeria de Borbón-Parma y Habsburgo-Lorena, hija de Elías I, duque de Parma y de la Archiduquesa María Ana de Austria. Con sangre real por los cuatro costados, la princesa creció en Baja Sajonia, donde residía con sus padres y sus siete hermanos. 16 años antes había nacido en Madrid el Infante Alfonso de Borbón-Dos Sicilias, hijo de la Infanta María de las Mercedes y sobrino del Rey Alfonso XIII. Pese a la diferencia de edad, Bebito, como era conocido en familia, logró casarse con la Princesa Alicia. La boda se celebró en la capital de Austria el 16 de abril de 1936, y fruto de su amor nacieron tres hijos, la Princesas Teresa e Inés y el Príncipe Carlos, quien llegó a ser Infante de España.
Tras instalarse en Suiza, los Infantes Carlos y Alicia se fueron a vivir a Madrid en 1941. Allí estuvieron hasta que la princesa se cansó de la capital y quiso trasladarse al campo, donde pudo dar rienda suelta a su pasión por la caza, algo que siempre se la dio muy bien. La familia se quedó en La Toledana, una estupenda finca de dos mil hectáreas que compraron en Retuerta del Bullaque, Ciudad Real, y en la que la Infanta Alicia vivió hasta que cumplió 90 años y su salud no permitió que siguiera en el campo. La Princesa Alicia, que enviudó en 1964 y enterró a su único vástago varón en 2015, está retirada de la vida pública, y a sus casi 100 años se ha convertido en el miembro de la realeza española más longevo de la historia.
Isabel y Felipe, un matrimonio incombustible
El 20 de noviembre de 1947 la Abadía de Westminster de Londres acogió la boda entre la Princesa Isabel de Inglaterra y el Príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca. Su boda, la primera entre miembros de la realeza tras la II Guerra Mundial, fue el principio de una larguísima relación personal y profesional que está a punto de cumplir 70 años. Tanto la Reina Isabel como el Duque de Edimburgo cuenta con una salud de hierro que les ha llevado a cumplir en 2016 90 años ella y 95 años él, una edad a la que la mayoría de la gente no llega, sobre todo en el caso de los varones.
Isabel II lleva siendo reina de Inglaterra desde que en febrero de 1952 asumiera el Trono tras la muerte de su padre, Jorge VI. Desde entonces ejerce sus funciones como Jefa del Estado sin desfallecer y siempre apoyada por su marido, el Duque de Edimburgo, un hombre polémico que bien podría haberse jubilado como consorte, como hizo Enrique de Dinamarca, y que sin embargo descarta quedarse en Buckingham Palace o en el Castillo de Windsor mano sobre mano. Ha hecho historia al ser el consorte en ejercicio más longevo en la historia de Reino Unido, ya que en edad todavía le supera su suegra, la Reina Madre, fallecida en abril de 2001 a los 101 años. Viendo su salud y su fuerza, quizás la supere.
Nacido el 10 de junio de 1921, el Príncipe Felipe ha tenido problemas de salud que le llevaron al hospital. Estrenó los 90 años con problemas de salud; en Navidad de 2011 se sometió a una angioplastia de urgencia. 2012 no fue mejor para él; en plenos actos del Jubileo de Diamante de la Reina Isabel II acabó en el hospital por una infección de vejiga. Se recuperó, pero en agosto recayó y terminó de nuevo hospitalizado. Afortunadamente ha logrado reponerse, y con los achaques típicos de la edad sigue cumpliendo años al pie del cañón.
En el caso de la Reina Isabel, nacida el 21 de abril de 1926, conoce el hospital de ir a inaugurarlos. Tiene una salud de hierro heredada de su madre, y a sus 90 años se mantiene fuerte, sana y activa. No tiene ganas de abdicar, se encuentra bien, y aunque no se libra de tener dolores como todo el mundo, de lo que más miedo tiene es de caerse, por eso evita las escaleras. En marzo de 2013 dio un pequeño susto cuando tuvo que ser ingresada por una gastroenteritis, pero un día más tarde volvió a palacio, y desde entonces no ha tenido que volver. Por el momento es la reina que más tiempo se ha mantenido en el cargo en la historia de Reino Unido, y tras la muerte del Rey de Tailandia, con sus casi 65 años en el Trono, es la Monarca viva que más años lleva en su puesto. Parece que al Príncipe Carlos le va a tocar seguir esperando.
Juan de Luxemburgo, el anciano jubilado
Jean Benoît Guillaume Robert Antoine Louis Marie Adolphe Marc d'Aviano de Nassau-Weilburg nació en el Castillo de Berg, residencia de la Familia Ducal Luxemburguesa, el 5 de enero de 1921. Hijo mayor y heredero de los Grandes Duques Carlota y Félix, sufrió el exilio en sus carnes tras la ocupación alemana de Luxemburgo durante la II Guerra Mundial. No solo salió indenme de eso, sino también de la contienda, en la que participó al alistarse en el ejército británico. Luchó en las Batallas de Normandía y Caen, fue uno de los soldados que liberaron Bruselas, y el 10 de septiembre de 1944, con 23 años, participó en la liberación de Luxemburgo.
Centrado en sus obligaciones como Gran Duque Heredero, se casó con la Princesa Josefina Carlota de Bélgica el 9 de abril de 1953, despojándola de sus títulos belgas para pasar a ser Gran Duquesa Heredera. Con ella tuvo cinco hijos, María Astrid, Enrique, Juan, Margarita y Guillermo, que le han convertido en el patriarca de una gran familia. Subió al Trono el 12 de noviembre de 1964, permaneciendo como Jefe del Estado hasta el 7 de diciembre de 2000. Con casi 80 años, vio el momento perfecto para ceder la Corona a quien hoy es el Gran Duque Enrique I de Luxemburgo.
Con la Gran Duquesa vivió feliz hasta que un mes antes de celebrar sus Bodas de Oro, se le detectó un tumor en el pulmón. Tras casi dos años de lucha, Josefina Carlota murió el 10 de enero de 2015 a los 77 años. Por contra, Juan de Luxemburgo se ha mantenido fuerte y sano hasta llegar a cumplir 95 años. Vive alejado de los actos oficiales, pero aparece de vez en cuando.
Ha acudido a las bodas, bautizos y comuniones de sus nietos y bisnietos, estuvo presente en el funeral de su cuñada, la Reina Fabiola de Bélgica, en diciembre de 2014, e incluso en enero de 2016 celebró una fiesta con la realeza europea para festejar su 95 cumpleaños. Tiene problemas de movilidad y achaques de la edad, pero su estado de salud es bueno. Ahora va a por los 100.
Miguel de Rumanía, el exrey más querido
Miguel Hohenzollern-Sigmaringen es uno de los reyes más longevos del mundo. Nacido el 25 de octubre de 1921, demuestra que los hombres de la realeza nacidos ese año cuentan con una fuerza inquebrantable que les ha llevado a vivir casi un siglo. Sin embargo, y frente al buen estado del resto de los royals nonagenarios, Miguel de Rumanía llega a los 95 años muy mal de salud y en su peor momento por la muerte de su esposa, la Reina Ana, fallecida en Suiza el 1 de agosto de 2016, cuando le quedaba mes y medio para cumplir 93 años.
Su vida no fue fácil debido a las tribulaciones del tiempo que le tocó vivir. Fue rey dos veces, primero entre el 20 de julio de 1927 y el 8 de junio de 1930, y después entre el 6 de septiembre de 1940 y el 30 de diciembre de 1947. La primera vez se convirtió en Rey de los Rumanos tras la muerte de su abuelo, Fernando I, que le cedió la Corona saltándose a su padre, Carlos de Rumanía, que había huido al extranjero con su amante y fue desautorizado por su progenitor. Tras el fracaso de la regencia, Carlos II regresó al país de los Cárpatos para quedarse con el Trono. En 1940, la inestabilidad que atravesaba el país, acosado por la II Guerra Mundial, llevó al Rey a marcharse y dejar al frente a Miguel, que asumió de nuevo la Corona con 19 años, manteniéndola hasta que el Comunismo alcanzó el poder en 1947 y obligó al Monarca a exiliarse.
El 10 de junio de 1948 se casó con la Princesa Ana de Borbón-Parma, con la que tuvo cinco hijas, las Princesas Margarita, Elena, Irene, Sofía y María. En 1997 regresó a Rumanía tras serle devuelta la nacionalidad y posesiones de la Familia Real como el Palacio de Peles. Desde entonces ha ido ganando popularidad entre los ciudadanos, que le tienen más respeto que a los políticos.
Es un hombre querido y admirado por muchos, tanto que se ha hablado de una hipotética restauración de la Monarquía, si bien es cierto que en la actualidad, Rumanía es algo así como un República Coronada en la que la Familia Real tiene presencia en el país, pero no cuenta con obligaciones institucionales. A sus 95 años, el tiempo del Rey Miguel se está acabando. En enero de 2016, se anunció que el Monarca transmitía la Jefatura de la Casa Real Rumana a su hija mayor y heredera, la Princesa Margarita. La razón, aparte de la avanzada edad del Rey, es la enfermedad que le consume, ya que padece leucemia crónica y de carcinoma espinocelular con metástasis. Pese a todo, y con la tristeza por haber perdido al amor de su vida, ha llegado a ser uno de los reyes más viejos del mundo.