En este acto el Rey de España se ha mostrado muy cercano a los diversas familias que han acudido al lugar, e incluso a algunas les ha trasladado unas palabras de manera más personal. "España jamás olvidará a los ciudadanos que se enfrentaron a esta dura enfermedad. A todos los que fallecieron en soledad". Por otro lado, ha querido reconocer a todos los sanitarios que han fallecido en la lucha contra la pandemia, añadiendo: "Han dejado una huella indeleble en nuestra historia. Sois un referente ético y social, y un motivo de esperanza para todos los ciudadanos".
Tras la interpretación del Himno de España y el Himno de Europa por parte de la orquesta de RTVE, ha tomado la palabra María Díaz Diñeiro, hija del Doctor Joaquín Díaz Domínguez, que fue jefe del servicio de Cirugía y aparato digestivo del Hospital la Paz y que falleció a los 67 de coronavirus. Poco después se ha encendido la llama del pebetero y ha sido en ese momento cuando el Rey ha colocado cuatro Grandes Cruces del Mérito Civil. La primera, a la familia del doctor Díaz. Después ha recibido el reconocimiento la del doctor Jesús Algaba, otorrinolaringólogo que murió a los 79 años; la del auxiliar de enfermería Pablo Riesgo, que falleció con 26 años; y a la familia de la doctora Nedialka Veleva, ginecóloga de origen búlgaro que falleció a los 68 años. El resto de las Grandes Cruces se han impuesto a las familias de los sanitarios fallecidos en una ceremonia privada posterior al acto que ha tenido lugar dentro del Palacio Real.
Un acto lleno de gestos y agradecimiento
Por otro lado, se ha llevado a cabo una ofrenda floral así como un minuto de silencio. Incluso ha habido tiempo para interpretar el Intermezzo de Pietro Mascagni, siguiendo la segunda parte del acto donde han intervenido otras autoridades.