Galería: La Reina Sofía, una vida en imágenes
Parece que atrás quedan los desaires públicos y los enfrentamientos privados. Los Reyes Juan Carlos y Sofía vuelven a ser 'un equipo', o al menos de cara a la galería. Es cierto que no son muchos los actos que comparten juntos, pero durante los últimos ambos han hecho un esfuerzo por aparentar que las viejas rencillas del pasado están ya superadas.
La última demostración de este nuevo clima en su matrimonio se pudo contemplar el 4 de diciembre al acudir a la inauguración de la exposición 'Democracia 1978-2018' en el Caixa Forum de Madrid (del 5 de diciembre al 17 de marzo). Una muestra en la que se celebran los 40 años de la Constitución Española y en la que se busca hacer al visitante "partícipe de la historia reciente de la democracia en España a través de cuatro ejes: la libertad, la igualdad y la tierra".
Este aniversario tan importante para dos de las figuras clave en la llegada de la democracia a nuestro país era motivo más que suficiente para su regreso triunfal a la agenda oficial de la Casa Real, de la que Doña Sofía nunca ha desaparecido del todo pero en la que Don Juan Carlos ha acabado por convertirse en una figura controvertida y polémica. En cualquier caso, la ocasión requería su presencia y ambos han hecho gala de su profesionalidad.
En el Caixa Forum fueron recibidos por diversas autoridades como Ana Pastor (Presidenta del Congreso de los Diputados), María Jesús Montero (Ministra de Hacienda) y Pío García-Escudero (Presidente del Senado). También estuvieron presentes destacados periodistas políticos como Lucía Méndez y Fernando Ónega, con quienes los Reyes se mostraron de lo más cercanos.
Un segundo acto menos alegre
Justo después de haber inaugurado esta exposición, Don Juan Carlos y Doña Sofía tuvieron que continuar con su agenda conjunta en un contexto menos alegre. Y es que esa misma mañana había fallecido Miguel Primo de Rivera a los 84 años. Curiosamente, el nieto del dictador fue una de las figuras políticas más relevantes durante la Transición.
Sobrino del fundador de la Falange, fue designado senador por el Rey Juan Carlos en 1977 y de hecho sería el encargado de convencer a las Cortes franquistas de la aprobación de la 'Ley para la reforma política' que pretendía convertir a España en una democracia. Es por esto por lo que los padres de Felipe VI no dudaron en acercarse al tanatorio donde reposaban sus restos para dar el pésame a sus familiares.