Desde que Guillermo Alejandro de Holanda fue coronado Rey de Países Bajos el 30 de abril de este año, ha realizado varias visitas introductorias a estados europeos en compañía de la Reina Máxima de Holanda. El último ha sido España, un viaje en el que quedó patente que las relaciones entre las Casas Reales Holandesa y Española son excelentes.
Ahora ha tocado el turno de Noruega, un país con un gran vínculo con Holanda. Los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima fueron recibidos en el aeropuerto por los Príncipes Haakon y Mette-Marit, al igual que ocurrió cuando aterrizaron en España, donde fueron saludados por los Príncipes Herederos.
Posteriormente, los cuatro se trasladaron al Palacio Real de Oslo, donde se encontraron con los Reyes Harald y Sonia de Noruega. El Monarca escandinavo y su esposa saludaron afectuosamente a Guillermo Alejandro y Máxima, que respondieron de igual forma. Esta visita ha sido el reencuentro de Harald V con los Reyes de Holanda desde el funeral del Príncipe Friso, al que el Rey asistió al haber sido padrino del fallecido.
La Reina Máxima recibió la Gran Cruz de la Orden de San Olav
Allí, el Monarca holandés y su consorte fueron aclamados por unos niños que agitaban banderas de Países Bajos en honor a los ilustres visitantes. Guillermo Alejandro y Máxima acudieron al Parlamento y se encontraron con el Primer Ministro, Jens Stoltenberg.
Tras las visitas políticas, los Reyes volvieron a ver a la Familia Real Noruega, que a gasajó a Guillermo Alejandro y Máxima con un almuerzo en el Palacio Real con la asistencia de los Reyes Harald y Sonia, los Príncipes Haakon y Mette-Marit y la Princesa Astrid de Noruega, hermana de Harald V. La comida fue el fin de la visita, donde la Reina Máxima fue galardonada con la Gran Cruz de la Orden de San Olav, distintivo que el Rey Guillermo Alejandro ya tiene desde 1996.