El 12 de junio de 2018 es un día duro para la Familia Real Española al haberse conocido la sentencia del Supremo con respecto al Caso Nóos. El fallo de la Sala Segunda ha quitado cinco meses de pena a Iñaki Urdangarin, pero no le libra de la cárcel, por lo que para el exjugador de balonmano tiene un sabor agridulce.
Mientras la Justicia hace su trabajo, la Corona hace lo propio. No es un día fácil, porque los Reyes saben que van a recibir críticas y porque todas las miradas se posan en ellos. Por otro lado, están aliviados al ver cómo se va acabando el Caso Nóos, el peor escándalo al que ha tenido que enfrentarse la Casa Real desde la restauración de 1975.
Así, la Reina Letizia se ha desplazado a la sede de Iberdrola en Madrid para presidir la reunión del Patronato de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción. Allí fue recibida por el presidente de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), Ignacio Bayón, entre otras autoridades.
Doña Letizia, que es presidenta de honor de esta institución que lucha para la prevención del consumo de drogas, se mostró sonriente y de buen humor, intentando mantenerse ajena al fallo del Supremo que rebaja la condena a su cuñado, pero no le exime de ir a prisión.
El Rey preside un acto en El Escorial
En el mismo sentido se encuentra Felipe VI. La Casa de SM el Rey ha expresado su respeto absoluto a las decisiones judiciales, y en esa línea ha estado el Monarca. El Jefe del Estado ha acudido al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial para la celebración del Capítulo de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
El Rey, que es Soberano de la Orden, estuvo acompañado de la nueva ministra de Defensa, Margarita Robles, y se dejó ver serio y solemne, de acuerdo a un acto de estas características. En algunos momentos se permitió sonreír, aunque prefirió estar impasible.