Los monarcas escogían un espectáculo teatral para un día tan especial. Concretamente el 'Flamenco Avenue' que volvía a reactivar la actividad en los Teatros del Canal, en Madrid. Con esta actividad familia además es sucedían otros hechos importantes de cara a la imagen pública: por un lado, el apoyo de la Familia Real a la reactivación de la agenda cultural en la capital; por otro, la primera aparición pública de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía después de cuatro meses confinadas en la Zarzuela.
A media tarde, los cuatro miembros de la Familia Real llegaban en el coche oficial a la Calle Bravo Murillo. Esto les obligó a ir caminando hasta el propio teatro como cualquier otro viandante que se encontraba también por allí. Todos lucían mascarillas quirúrgicas y respetaron la distancia de seguridad con el resto de personas que se iban cruzando. Eso sí, lo que no esquivaron fue la expectación mediática, siendo acompañados en todo momento de un grupo de paparazis y medios que querían captar un momento tan significativo. Este fue, sin lugar a duda, un momento muy natural de los monarcas y que se demostró por los propios movimientos y comportamientos de todos ellos.
Perfectamente adaptados a la nueva normalidad
Tras hacer lo propio, los cuatro se despidieron de los medios y entraron en las instalaciones cumpliendo con las medidas de seguridad establecidas como cualquier otro visitante. Para ello se les fue tomada la temperatura para demostrar que no tenían uno de los síntomas más evidentes y comunes del covid-19 y por ello están sanos. Un gesto con el que demuestran públicamente una actitud positiva ante la nueva normalidad concienciando también a las miles de personas que están pendientes de sus movimientos.