Los Reyes y sus hijas visitaron una exposición en Sóller a modo de despedida de sus vacaciones en Mallorc.a
Los veraneos de la Familia Real en Mallorca ya no son lo que eran, pero al menos se garantiza que Felipe VI se va a dejar ver en la Copa del Rey de vela, que habrá un posado de los Reyes y sus hijas en Marivent, y que antes de irse, Don Felipe, Doña Letizia, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía posarán de nuevo realizando alguna excursión, dando un paseo o lo que les plazca según el verano.
Así ha ocurrido este domingo 6 de agosto a modo de despedida, ya que se espera que los Reyes y sus hijas abandonen muy pronto Mallorca tras el despacho que el lunes 7 de agosto a las 12:30 horas reunirá al Jefe del Estado con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de Marivent.De esta forma, antes de decir adiós, la Familia Real se ha dejado ver por Sóller, localidad situada a menos de 30 kilómetros al noroeste de Palma que conocen muy bien. El motivo del desplazamiento fue cultural, ya que se acercaron al museo Can Prunera de Sóller para visitar la exposición 'Pablo Picasso y Joan Miró, Historia de una amistad'. Como curiosidad, les acompañaron los nietos de los pintores.
El Rey se dejó ver paseando de la mano con su heredera, mientras que su consorte llevaba de la mano a la Infanta Sofía. Destacó el look informal del Monarca, que eligió el azul las gafas de sol de espejo que tanto le gustan y que tuvo cuidado de no ponerse mientras le fotografiaban. La Reina apostó por un vestido blanco sin mangas que ya mostró en verano de 2011 durante la Copa del Rey de Vela, donde se le vio paseando con sus hijas y sobrinos. Saludaron a los vecinos que les reconocieron
Durante el paseo, mucha gente les reconoció y quiso saludarles, y ellos no dudaron en corresponderles e incluso en hacerse fotos con algunos niños. Ya en la exposición, todos ellos disfrutaron, pero sobre Doña Letizia, que quedó maravillada. Las niñas estuvieron más comedidas, y aunque la Reina les comentó que podían preguntar lo que quisieran, ellas se quedaron calladas.
Esta exposición estará abierta en el museo Can Prunera de Sóller hasta el 26 de noviembre y muestra la amistad de dos de los grandes pintores españoles de la historia reciente a través de cartas, obras gráficas y otros objetos personales que demuestran el aprecio mutuo surgido cuando se conocieron en París en 1920.