La familia casi al completo ha asistido a la tradicional misa como cada año y han encandilado a todos los presentes.
Como cada año, la familia Real española ha cumplido con la tradición de asistir a la Misa del Domingo de Pascua que es celebrada en la Catedral de Palma, no obstante, y a pesar de que forme parte de sus tradiciones, este acto no estaba dentro de la agenda oficial que había sido difundida por la Casa Real. Cerca de mil personas se han concentrado en las inmediaciones de la catedral para no perderse el momento de su llegada y el posado en el portal mayor. El Rey Felipe, que conducía un turismo, ha llegado acompañado de su mujer la Reina Letizia, sus hijas la Infanta Sofía y la Princesa Leonor, y también por su madre la Reina Sofía. El gran ausente de este momento ha sido el Rey Juan Carlos, aunque últimamente y a pesar de sus escándalos se había dejado ver acompañado de su mujer.
Para los reyes Felipe y Letizia este es el tercer año que acuden a la tradicional misa como monarcas. Quien se ha encargado de oficiar la misa ha sido el vicepresidente del Cabildo de la catedral, Teodor Suau. Durante la entrada a la catedral ha podido verse cómo entre las dos hermanas existe una gran complicidad, como suelen transmitir en actos como estos. Miradas, comentarios e incluso saludos tanto a la prensa como a los presentes que no han querido perdérselo. También han saludado a la comitiva que se iba a encargar de dicha misa junto a sus padre.
Las niñas cada vez se parecen más, aunque cada una tiene su estilo propio. la Princesa Leonor iba de azul marino, mientras que la Infanta Sofía iba con un llamativo rojo, con las manoletinas a juego. Ambas llevaban abrigos muy parecidos, eso sí, primaverales. Mientras la Reina Letizia se ha mantenido sencilla y elegante, llevando un pantalón también azul marino con camisa blanca, zapatos a juego y un abrigo en un azul lavanda. Mientras, la abuela de las niñas ha preferido elegir un tono mucho más primaveras, y por eso llevaba un traje de chaqueta y falda en un rosa fucsia.