Aunque llegaron el día 4, no fue hasta el día 5 cuando los Reyes Felipe y Letizia fueron recibidos con todos los honores por el Emperador Akihito y la Emperatriz Michiko de Japón, que les atendieron con una calurosa bienvenida en el Palacio Imperial que no estuvo exenta de tradición. Tras los besos, saludos, la interpretación de los Himnos Nacionales de ambas naciones y pasar revista a las tropas, las dos parejas reales mantuvieron un encuentro.
Doña Letizia se llevó todas las miradas con un conjunto de Felipe Varela. Lució un elegante abrigo rojo, vestido de terciopelo en burdeos y salones de charol. Para el cabello, se colocó un moño que dejaba ver sus pendientes de diamantes y rubís.
En la ceremonia de bienvenida se encontraban también los Príncipes Herederos Naruhito y Masako. Debido a la eterna depresión que sufre Masako de Japón, había dudas de que se dejara ver, pero lo cierto es que la mejoría que ha experimentado en los últimos tiempos, unida a la excelente relación que tanto ella como el Heredero tienen con los Reyes de España, y el carácter de Viaje de Estado, han animado a la Princesa Masako.
Lo que no ha habido es encuentro público directo, ya que la Reina Letizia ha sido acompañada por su homóloga, la Emperatriz Michiko, que ha sido quien ha guiado a la esposa de Felipe VI, mientras que Masako ha permanecido en un segundo plano junto al Príncipe Heredero Naruhito.
Un museo muy especial
Tras su encuentro con los Emperadores, los Reyes han continuado con su agenda oficial visitando el Museo de la Ciencia Emergente y la Innovación (Miraikan). Allí, han conocido los proyectos científicos y tecnológicos en los que trabajan España y Japón. Aquí, mantuvieron un encuentro con científicos españoles que trabajan en el país del sol naciente.
Además de eso, acompañados por Mamoru Mohri, presidente del Museo y primer astronauta japonés, conocieron al simpático robot Asimo, que saludó a los Reyes, les mostró cómo puede saltar a la pata coja o chutar y les dijo en inglés: "Vamos a hacernos una foto juntos". Al final les dio las gracias. Sin duda, los Reyes quedaron impresionados.