Los Reyes de España dejaron claro que su matrimonio marcha bien durante su recepción al presidente de México y a la Primera Dama en La Zarzuela
La Casa del Rey no está para ir desmintiendo todas las informaciones que se publican sobre ellos. Volcarse en el trabajo de representación institucional es para La Zarzuela la hoja de ruta que hay que seguir cuando aparece un escándalo, aunque a veces también es necesario realizar gestos visibles que sirvan para aplacar las críticas. Sin ir más lejos, el choque de Reinas necesitó un 'teatrillo' para que España entera viera que la relación entre la Reina Letizia y la Reina Sofía es cordial, y que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía sienten cariño por su abuela paterna.
Sin embargo, desde ese momento no solo se habló abiertamente de la tensa relación entre suegra o nuera o de lo apartada que está Doña Sofía de sus nietas pequeñas, sino de los problemas que el suceso ha podido generar en el matrimonio entre los Reyes Felipe y Letizia. El desplante a su madre fue grande, y abrió la caja de pandora, esa en la que estaban guardadas numerosas críticas hacia la Reina Letizia que salen de vez en cuando. Los rumores de crisis iban más allá y hablaban de divorcio, e incluso la prensa internacional se hacía eco. Si tras la entrega de las becas de LaCaixa el pasado 10 de abril los asistentes notaron frialdad entre la regia pareja en el cóctel posterior, la actitud de la Reina Letizia no ayudó nada en el almuerzo que los Reyes ofrecieron en el Palacio Real con motivo de la entrega del Premio Cervantes 2017. Todo iba bien, muy bien, pero según Look, la Reina se marchó en el café sin avisar al Rey, que se quedó estupefacto al enterarse.
Para evitar que todo fuera a más, había que hacer otro gesto, y de sobra es conocido que una imagen vale más que mil palabras, y sobre todo para la Monarquía, que es imagen y vive de ella. Así, con motivo del almuerzo que Don Felipe y Doña Letizia ofrecieron al presidente de México y a la Primera Dama en La Zarzuela, los Reyes se dejaron ver sonrientes, felices, cómplices e incluso se cogieron de la mano, que siempre es más cariñoso que ir del brazo.Gestos necesarios
Un buen gesto era necesario, y con él han despejado los rumores y los malos augurios, al menos por el momento. Además, la ocasión era perfecta al contar con la presencia de un par de buenos amigos, Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, a los que estaban encantados de recibir en La Zarzuela. Los Reyes de España han salido victoriosos por el momento, pero bien saben que una mala acción es capaz de borrar 100 buenas, así que deberán andarse con ojo para no dar más escándalos, que es lo que menos necesita la Corona.