Tras la finalización de los actos por el Día de la Hispanidad, los Reyes viajaron a Mallorca para comprobar cómo se encuentra la localidad más afectada por las riadas.
El Rey es el Jefe del Estado, y como tal tiene una serie de obligaciones oficiales y constitucionales. Pero además de eso, debe alegrarse con lo bueno que le ocurre a los ciudadanos de España y llorar con sus desgracias. Es vital que un Rey y de una Reina estén cerca de la gente cuando más falta hace, y por eso Casa Real actuó al conocerse las terribles inundaciones que asolaron Mallorca el pasado martes 9 de octubre.
El 12 de octubre, Día de la Hispanidad, los Reyes y sus hijas presidieron el desfile militar con el que se conmemora año tras año la Fiesta Nacional. Al finalizar, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía regresaron a La Zarzuela, mientras que Don Felipe y Doña Letizia se trasladaron al Palacio Real para la recepción a una representación de la sociedad española.Tras el besamanos, con anécdota incluida con Pedro Sánchez y Begoña Gómez, los corrillos y el cóctel, los Reyes se marcharon a cumplir con algo muy importante: consolar a las personas que han sufrido las riadas de Mallorca. Por ello, volaron hasta la isla en la que veranean, pero esta vez no hubo Marivent, sino un paseo por Sant Llorenç des Cardassar, localidad cercana a Manacor que se llevó la peor parte.
Al menos doce personas de cuatro nacionalidades perdieron la vida a consecuencia de la riada. También ha habido muchos desperfectos, y hay personas cuya existencia se ha complicado al ver cómo sus posesiones se han visto gravemente afectadas. Por ello, los Reyes fueron ofreciendo consuelo a quienes lo están pasando mal.Solidaridad real y ciudadana
El Rey y la Reina recorrieron las calles más afectadas por las lluvias torrenciales, y sin entorpecer las labores de limpieza, comprobaron los daños y visitaron las viviendas más afectadas. Además de saludar a la ciudadanía, presentaron sus respectos a la personas que han trabajado estos días en las labores de asistencia, y fueron informados de cómo está la situación tras la catástrofe.
Al menos se ha podido ver no solo la solidaridad de los Reyes, sino la de los 1300 voluntarios que se han desplazado a la zona para ayudar en todo lo que puedan en estos momentos tan complicados para Mallorca.