Ha pasado un año desde que Felipe VI fuera proclamado Rey de España en el Congreso de los Diputados, una jornada histórica que marcaría un nuevo rumbo para nuestro país con una renovación en la Jefatura del Estado que no ha sido en vano. Si en su discurso como Monarca apeló a una "Monarquía renovada para un tiempo nuevo", lo cierto es que 365 días más tarde se puede decir que lo ha conseguido, y lo más importante, ha conseguido reflotar los hundidos niveles de popularidad que dejó Juan Carlos I tras unos últimos años de reinado en los que el escándalo fue casi el pan de cada día.
Comenzaron entonces los viajes de presentación, que les llevaron a los países más cercanos a España. El primero fue El Vaticano, donde los Reyes se reunieron con el Papa Francisco el 30 de junio, después marcharon a Portugal, más tarde se trasladaron a Marruecos y finalmente a Francia.
El 12 de octubre, los Reyes y sus hijas celebraron su Día de la Hispanidad más especial; era la primera Fiesta Nacional con Don Felipe como Rey de España, y puesta de largo oficial de la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía. En la recepción, nuevamente fueron invitadas personalidades de diversos ámbitos, muchos de ellos del mundo del espectáculo.
Tras la Hispanidad, los Reyes realizaron su primera visita oficial a Holanda de su reinado, un viaje realizado con gran emoción debido a su íntima relación con los Reyes de Países Bajos. Antes de que octubre dijera adiós, pasaron por Oviedo para entregar por última vez los Premios Príncipe de Asturias que tanto significan para Don Felipe, y que en su edición de 2015 ya se llamarán Premios Princesa de Asturias en deferencia a Doña Leonor.
Había que seguir viajando, pero en este caso solo Doña Letizia, que durante su etapa como Princesa de Asturias apenas había salido de España en solitario de forma oficial. Primero fue Viena y después Portugal. Los desplazamientos fuera de nuestras fronteras siguieron con Luxemburgo, les esperaba la Familia Ducal y Bélgica viaje que hicieron seguidamente.
Más tarde le llegó el turno a Roma, donde realizaron el típico tour de los viajes de presentación que llevaban haciendo desde el inicio de su reinado. En diciembre se marcharon a Alemania, justo antes de que el Rey mostrara más signos de renovación en la Corona con Código de Conducta tanto para los empleados de la Institución como para los miembros de la Familia Real, esos que no podrán trabajar en el sector privado si quieren seguir representando a la Corona para así evitar otro 'Casó Urdangarín'. Y así pasaron seis meses.
La segunda mitad del reinado de Felipe VI
La segunda mitad de su reinado coincidió con la Navidad, y por tanto con el tradicional discurso que el Rey ofrece por televisión a los españoles, el primero para Felipe VI, por lo que la expectación era máxima. Sus palabras versaron sobre la necesidad de erradicar la lacra del paro y la corrupción y tender puentes con Cataluña. No hubo sorpresas. Tras desaparecer para disfrutar de sus vacaciones, los Reyes se dejaron ver en su Primera Pascua Militar con Felipe VI como Jefe del Estado para más tarde seguir con sus costumbres y pasar la tarde del 6 de enero con sus hijas en casa de Jesús Ortiz y Ana Togores. El mes de enero siguió con el escándalo de los presuntos hijos ilegítimos del Rey Juan Carlos, de nuevo un escándalo para la Casa Real del que el Monarca no tenía la culpa, aunque también se llevó una 'pequeña alegría' al ser portada de una revista gay, y es que el Rey ha conseguido meterse en el bolsillo a amplios sectores de la sociedad que creen que ha cumplido cuando dijo en el discurso de la proclamación que llegaba una "Monarquía renovada para un tiempo nuevo".
Siguieron los actos oficiales para Don Felipe y Doña Letizia, con varias primeras veces como Reyes en aquellos compromisos que realizaban como Príncipes de Asturias y que no han dejado de lado una vez que han 'ascendido'. Se esperaba que fueran a una gala a la que Don Felipe no iba desde 2000, y a la que Doña Letizia no había ido nunca; se trata de los Premios Goya, a los que fueron invitados por la Junta de la Academia de Cine. Pese a la gran oportunidad para dar un espaldarazo a la gran fiesta del cine, finalmente no se presentaron. Llegaron momentos importantes, como una visita a Cataluña y la divulgación del presupuesto para 2015 de Casa Real. La sorpresa fue positiva al conocer que el Monarca se ha bajado un 20% el sueldo con respeto a lo que ganaba su padre, llevándose así al año un sueldo de 234.204 euros.
El tiempo siguió pasando, y las circunstancias y los compromisos mostraron que es cierto que los nuevos tiempos han llegado a La Zarzuela. Sin ir más lejos, en marzo, los Reyes Felipe y Letizia cenaron con Carlos Vives en el ápage organizado con motivo de la visita del presidente de Colombia, y es que los artistas también son invitados a recepciones, algo poco habitual en tiempos de Juan Carlos I. Asimismo, Felipe VI y su esposa acudieron al Teatro Real para ver la ópera 'Público' sobre amor homosexual, dando así la visión de que para ellos, el amor es igual entre un hombre y una mujer, que entre dos hombres o dos mujeres.
Pero no todo han sido alegrías, y buenas intenciones. El pasado 24 de marzo, los Reyes de España se trasladaron a Francia para realizar su primer Viaje de Estado. Esa mañana se estrelló en Los Alpes franceses un avión Airbus A320 de Germanwings que salió de Barcelona y tenía como destino Düsseldorf. 150 personas murieron asesinadas a manos del copiloto de la aeronave. En señal de duelo y respeto, el Viaje de Estado se canceló y los Reyes volvieron a España inmediatamente. Poco más tarde llegó la Semana Santa, en la que Felipe VI pasó por Sevilla y disfrutó de las procesiones.
El Domingo de Pascua, la Familia Real al completo salvo el Rey Juan Carlos acudió a la Misa a la que suelen acudir en Palma de Mallorca, que significó el regreso de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía tras seis meses de ausencia. Con estos actos litúrgicos, los Reyes apuestan por mantener algunas tradiciones, ya que no todo iba a ser ruptura y renovación.
Tras las vacaciones, el Jefe del Estado visitó la DGT, y desveló que le habían puesto una multa en su juventud, un pequeño escándalo que se unió a otro mucho peor cuando Diego Torres pidió que fuera a declarar en el Caso Nóos junto a otros miembros de la realeza. De nuevo la sombra negra de los sucios negocios de Iñaki Urdangarín volvía a planear sobre la limpia imagen del Monarca.
Los Reyes habían tenido ya puestas de largo nacionales e internacionales en sus primeros meses de reinado, pero falta su bautizo con la realeza en su conjunto, lo que llegó a mediados de abril con motivo de las celebraciones por el 75 aniversario de la Reina Margarita de Dinamarca. El cónclave real fue muy intenso, aunque Don Felipe y Doña Letizia solo fueron a la cena de gala del día anterior a la onomástica, y después se marcharon. Si en algo no han cambiado, es que no disfrutan en las reuniones de la realeza como otros 'royals' europeos.
En lo que tampoco ha cambiado el Rey, es en mostrarse amable con todo el mundo, como lo fue justo antes de recalar en Copenhague cuando Pablo Iglesias, líder de Podemos, le regaló la serie 'Juego de Tronos' durante la visita del Monarca a las instituciones europeas. Es precisamente una audiencia con Iglesias una de las asignaturas que han quedado pendientes en el primer año de reinado del Monarca.
En las últimas semanas antes de cumplir su primer aniversario como Rey de España, Felipe VI no se ha olvidado de los toros, demostrando de nuevo que se abre a lo moderno, pero no quiere descuidar lo antiguo, celebró la Primera Comunión de su hija y heredera, la Princesa Leonor, y asistió a la de sus sobrinos segundos Luis y Laura Gómez-Acebo, pero no a la de su sobrina Irene Urdangarín. Para compensar a la niña, la invitó a la fiesta celebrada en La Zarzuela después de que la Princesa de Asturias comulgara, un síntoma de que aunque las relaciones institucionales entre los Urdangarín de Borbón y los Reyes son inexistentes, en el plano familiar no ocurre lo mismo.
Antes de que acabase mayo, la Reina Letizia impresionó en su primer viaje de cooperación en Honduras y El Salvador, mientras que Felipe VI se llevó un pequeño disgusto que bien se podía esperar en su primera Copa del Rey. El Monarca presidió la final disputada entre el Barça (que ganó) y el Athletic de Bilbao. Mientras sonaba el himno hubo una sonora pitada que no agradó al Soberano, que sigue sin ganarse a todo el mundo. Para resarcirse, el 2 de junio los Reyes retomaron el Viaje de Estado a Francia, que en esta ocasión fue todo un éxito. El Día de las Fuerzas Armadas otro tanto, entre Vivas al Rey y a la Reina.
Unas fotos familiares para olvidar el enfrentamiento con la Infanta Cristina
Menos agradable fue la cumbre de 'royals' celebrada con motivo del funeral de Kardam de Bulgaria, y donde se vieron cara a cara con uno de los principales orígenes de los males de la Casa Real: la Infanta Cristina. Ha sido precisamente su hermana quien ha dado mucho de qué hablar en los últimos días antes del primer aniversario de la proclamación, ya que el pasado 11 de junio, Felipe VI le revocó el título de Duquesa de Palma que le había concedido su padre con motivo de su matrimonio con el innombrable Iñaki Urdangarín en 1997.
La guerra estalló cuando Cristina de Borbón aseguró a través de su abogado que había sido ella quien había manifestado su deseo de renunciar al Ducado, mientras que La Zarzuela ofreció una versión contraria. Para reforzar la teoría de la exduquesa se filtró la carta en la que proponía a Su Majestad que le despojase del título. Quizás para olvidarse del culebrón, Casa Real distribuyó unas imágenes de los Reyes con sus hijas Leonor y Sofía en su vida familiar, ofreciendo la cara más amable de la Casa Real Española. Y así ha pasado un año de reinado de Felipe VI, con su Monarquía renovada para un tiempo nuevo.