El acto estuvo dominado por el rojo, protagonista del look de Doña Letizia, y el gualda en la chaqueta de Margarita Robles, mientras que ambos colores de la bandera se materializaban en el cielo sevillano cuando la Patrulla Águila hacía su desfile sobre las cabezas de los presentes. Por su parte, el hijo del Rey Emérito lucía orgulloso su uniforme militar adornado con un fajín en rojo sin perderse un detalle del desfile, mientras compartía de vez en cuando miradas de complicidad con su consorte. El Matrimonio Real demostró su gran complicidad y sintonía, siempre dentro de la corrección y la seriedad que exigía este evento, las miradas y sonrisas que intercambiaron hablaron por sí mismas.
Un pequeño imprevisto
La jornada transcurrió según lo previsto a excepción de un ligero contratiempo: la izada de bandera. El pendón de España tuvo dificultades para desplegarse, mientras el Rey Felipe VI miraba a los oficiales, negando con la cabeza. Finalmente la bandera ondeó en la cima del mástil y todo quedó en una anécdota. La celebración del Día de las Fuerzas Armadas continuó con un emotivo homenaje a los 180 españoles fallecidos en misiones en el exterior, que también presenciaron sus familias.