A instancias de la lectura de la sentencia del Caso Noós, los Reyes Felipe y Letizia no han querido desvincularse de sus compromisos oficiales, y es por eso que han querido cumplir con el último compromiso de si agenda de esta semana. Los Reyes han sido los encargados de inaugurar la nueva exposición 'Obras maestras de Budapest. Del renacimiento a las Vanguardias' en el Museo Thyssen-Bornemisza.
Además de los Reyes, han asistido junto a ellos el Presidente de Hungría, János Áder, y su mujer, llegando alrededor de las 12 de la mañana al Museo, misma hora en la que el Tribunal Superior de Justicia de Baleares se han encargado de trasladar el fallo de la sentencia donde se ha determinado la absolución de la Infanta Cristina y la condena a seis años y tres meses de prisión para Iñaki Urdangarín, marido de la Infanta y cuñado del Rey Felipe.
Los Reyes, con gesto relajado, no han querido reflejar en sus rostros el momento por el que están pasando, por eso se han mostrado sonrientes y han charlado, muy cómplices entre ellos, con algunos de los presentes.
Un nuevo giro a sus vidas
La Infanta Cristina, quien no es miembro de la Familia Real desde el momento en que su hermano se convirtió en Rey, no ha querido renunciar a sus derechos dinásticos, algo que le pidió su padre el Rey Juan Carlos a través de un intermediario. Ya no es Duquesa de Palma, y d ar el paso de renunciar a esos derechos le corresponde de manera exclusiva a ella.
La relación entre el Rey Felipe VI y su hermana la Infanta Cristina es fría desde el momento en el que se conoció en caso en el que se vio implicada junto a su marido. El enfrentamiento entre ambos llegó cuando el Rey le despojó de su título de Duquesa, aunque ella lanzó un comunicado en el que presentaba su decisión como una renuncia voluntaria, cosa que la Casa del rey se vio en la obligación de desmentir. Eso sí, siempre seguirá siendo Infanta porque es una condición que consiguió simplemente por ser hija del Rey Juan Carlos I.