El Rey Juan Carlos tiene una escueta agenda oficial desde que abdicó en juniode 2014. En la actualidad participa en algunos actos, pero tiene tiempo para libre para dar rienda suelta a sus aficiones, y una de ellas son los toros. Lleva varias semanas de corrida en corrida, así que no faltó a la faena de Miguel Ángel Perera, Roca Rey y López Simón en Las Ventas.
Aclamado por los presentes, el Rey Juan Carlos estaba en su salsa. Podía haber ido a dos funerales, uno por su tía Alicia y otro por un gran amigo de la Familia Real Griega, que también es la suya, pero prefirió ir a los toros. Asimismo, en Las Ventas también estaba su nieto mayor, Froilán, aunque estuvo sentado con sus amigos lejos del lugar de honor que tomó Juan Carlos de Borbón.
Un nuevo recuerdo a la Infanta Alicia
No lejos de allí, la madrileña iglesia de San Agustín acogió un nuevo funeral por la Infanta Alicia, fallecida el pasado 28 de marzo a los 99 años en Madrid. Allí en el templo se dieron cita Cristina de Borbón-Dos Sicilias, nieta de la fallecida, que acudió acompañada por su marido, Pedro López Quesada. También su madre, Ana de Orleans, asistió a la misa por el eterno descanso de su suegra. El actual jefe de la Casa de Borbón-Dos Sicilias, Pedro de Borbon-Dos Sicilias y Orleans, Duque de Calabria, también acudió a la misa junto a su esposa, Sofía Landaluce.
Los Calabria fueron de luto riguroso, además de Beatriz de Orleans y Carlos García Revenga, exsecretario de las hermanas del Rey Felipe, que acudieron para presentar sus respetos ante los familiares de la Infanta Alicia, la única tía del Rey Juan Carlos que todavía vivía.
Reunión de la Familia Real Griega en Atenas
La Reina Sofía viajó hasta su Grecia natal para asistir al funeral del armador griego Alexandros Goulandris, que falleció en la mañana del pasado jueves 25 de mayo en su residencia familiar rodeado de sus hijos y nietos. El empresario estaba muy unido a la Familia Real Griega, y por ello, la madre de Felipe VI acudió junto a sus hermanos, la Princesa Irene y el Rey Constantino de Grecia, a su entierro en Atenas.
Llamó la atención el aspecto del último Rey de los Helenos, que a sus casi 77 años tiene evidentes problemas de movilidad, y camina ayudado de un bastón. En su caso además, se agarró de su hijo y heredero, el Príncipe Pablo, que voló a su país de origen para acompañar a los Goulandris en tan duro momento. Otros de los miembros de la Familia Real Griega que estuvieron presentes fueron la Reina Ana María, sus hijos, el Príncipe Nicolás y el Príncipe Felipe, así como su nuera, la Princesa Tatiana.
También estuvo el matrimonio formado por Marianna Goulandris y Filippos Lemos, que estaban muy afectados por la pérdida de este hombre con alma solidaria al que la vida dio golpes muy duros como el fallecimiento de su hija. Después de la tragedia, se volcó en las otras dos, Maria Lula y Alesandra. Nunca olvidó a su pequeña, y por ello, Alexandros y su esposa Marietta restauraron el faro de Tourlitis en Andros en su memoria, que había sido destruido durante la II Guerra Mundial.
Marietta falleció en la pasada Pascua, y desde entonces su estado de salud se había visto bastante deteriorado. Él era uno de los grandes empresarios del país, líder en la industria naviera griega, que posee la compañía de envíos Andriaki, así como cinco petroleros. Ahora, Alexandros, que se hizo cargo de la empresa familiar que le dejó su padre, Nikolaos Goulandris tras el fallecimiento de sus cuatro hermanos, Yannis, Leonidas y Anna, ya descansa en el cementerio de Atenas con su esposa.