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Desde que se exilió a Abu Dabi en agosto de 2020, el Rey Juan Carlos ha hablado en algunas ocasiones, casi siempre a través de personas de su confianza que enviaban los mensajes que Juan Carlos de Borbón quería que llegaran a España. Sin embargo, Juan Carlos I ha dado un paso más al charlar con Laurence Debray, que publica el libro 'Mon roi déchu' el 6 de octubre de 2021.
Paris Match reproduce algunos extractos de este libro para el que ha contado con la colaboración del propio Rey Juan Carlos. Entre lo que señala el anterior Jefe del Estado, reconoce que no sabe cuándo volverá a España, pero es consciente de que hay quien se alegra de que se haya ido: "No lo sé en absoluto, algunos están muy contentos de que me marchara ". Sobre su partida, asegura que "afrontaba muchas presiones".
No le dejaron quedarse en Portugal
Preguntado sobre por qué eligió Abu Dabi para su exilio, señala que allí no estorba: "Desde aquí no molesto a la Corona. Reconoce además que él hubiera preferido establecerse en Portugal, donde ya vivió en su infancia, pero que le indicaron que era demasiado cerca. De todos modos, en Abu Dabi no está mal. Está alojado en una mansión situada en una isla artificial de este emirato, cuenta con amigos que le visitan como el Emir Khalifa ben Zayed Al-Nahyan, y tiene a su servicio a una pareja filipina que se encarga de las tareas domésticas. Cuenta además con cuatro guardaespaldas.
Cada día Juan Carlos se levanta pronto, realiza los ejercicios necesarios para su salud, lee la prensa española para estar al tanto de todo y habla con su equipo legal y con buenos amigos. También con familiares, sobre todo con la Infanta Elena, la hija a la que está más unido. Con quien no tiene relación es con su hijo, el Rey Felipe, de la que la biógrafa dice que no le felicitó en su 83 cumpleaños, que cumplió el 5 de enero de 2021. De acuerdo con Laurence Debray, la relación entre padre e hijo se ha roto.
Cuando la biógrafa quiso saber por qué no lucha para salvar su legado, el Rey Juan Carlos tiene esta respuesta: " Las instituciones que dejé deberían ser suficientes. Ellas hablan por sí mismas. Pero es cierto, las instituciones se destruyen más fácilmente que se construyen", señala el Rey Juan Carlos, que echa muchas cosas de menos de España, pero sobre todo la comida. Al menos en eso hay solución y tiene un buen amigo que le manda jamón.