Personas próximas al padre de Felipe VI coinciden en que se ha producido un notable cambio en el comportamiento del Rey Juan Carlos, cuyo acercamiento a la religión ha podido deberse a los diversos problemas que ha padecido en los últimos años. Sus problemas de salud, el distanciamiento con su esposa, la Reina Sofía, y con su hijo Felipe VI, así como el resto de tensiones familiares, el bloqueo de sus relaciones internacionales al dejar de representar a la Casa Real Española o las filtraciones de negocios e infidelidades, han podido ser algunos de los aspectos que hayan provocado su cambio.
Además, la muerte el 8 de enero de 2020 de su hermana, la Infanta Pilar, ha podido ser el detonante definitivo para que el Rey Juan Carlos haya dejado atrás algunos aspectos de su vida. En el funeral de la Infanta pudo ser el momento en el confesó que ahora quiere rezar, pero no recuerda bien la oración: "Quiero rezar el Padre Nuestro, pero me sé la antigua, la de 'perdona nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores' y no me sale 'ofensas", ha asegurado el padre de Felipe VI a un amigo íntimo.
Sus amigos de vela, que esperan que el Rey Juan Carlos compita con el Bribón en marzo de 2020 en la Copa de España M6 que tendrá lugar en Sanxenxo, también han comentado su notable cambio de comportamiento: "Estamos seguros de que va a poder participar. Le vemos con ganas, está triste, sí, pero fuerte físicamente y también mucho mejor anímicamente que en otros tiempos recientes", han asegurado.
Diferentes adversidades
de sus supuestas paternidades biológicas, la belga Ingrid Sartiau o del catalán Albert Sola. El 2 de junio de 2019 se produjo su despedida de la vida pública en la plaza de toros de Aranjuez y el 25 de agosto de 2019, el Monarca tuvo que ser operado de corazón para así intentar evitar posibles riesgos coronarios.