Hace exactamente un mes, el pleno de la Sala Civil del Tribunal Supremo admitió la demanda de paternidad presentada por Ingrid Jeanne Sartiau hacia el Rey Juan Carlos. Los 12 jueces de la sala valoraron favorablemente las posibilidades de la ciudadana belga, que había presentado muestras de ADN como prueba.
Ahora es el Rey Juan Carlos quien ha querido rechazar la decisión de admitir a trámite esta demanda de filiación de Sartiau. La defensa del anterior jefe de Estado ha presentado un recurso para desmontar la reclamación de la demandante, alegando contradicciones y la inexistencia del principio de prueba exigido por ley.
Versiones contradictorias por parte de los Sartiau
Tanto Ingrid Sartiau como su abogado han realizado declaraciones públicas que contradicen el acta notarial aportado en la demanda que recoge las manifestaciones que la madre de la demandante hizo ante un notario de Gantes en el mes de noviembre de 2012.
Liliane Sartiau aseguró que "en el mes de diciembre de 1965 me encontraba de vacaciones en la Costa del Sol cuando en una discoteca de renombre conocí a un hombre de 31 años de edad, muy gentil, guapo y dulce y apuesto, con los ojos azules, con el cual mantuve relaciones íntimas durante tres noches en un hotel de lujo. El último día, el conserje del hotel, con el que hablé varias veces, me dijo que se trataba del Príncipe Juan Carlos de España. Ante mi sorpresa y emoción, tuve el impulso de coger mi coche y regresar directamente a Bélgica".
Sin embargo, la demandante contó otra versión durante su entrevista en 'Un Tiempo Nuevo' el pasado 17 de enero. "Mi madre conoció a Don Juan Carlos en Francia y pasados unos años volvieron a verse en la Costa del Sol". De ser esto cierto, Liliane Sartiau habría omitido ante el notario el relevante dato de su primer encuentro en Francia. Además de que en diciembre de 1965, Don Juan Carlos no tenía 31 años, sino que estaba a punto de cumplir 28.