Ha comenzado ya la cuenta atrás para el gran día de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo. El pasado domingo 28 de enero celebraron la tradicional fiesta de pedida de mano que sirve de pistoletazo de salida a una carrera muy especial con meta en el 6 de abril, día en el que presumiblemente se darán el 'sí, quiero'. Este evento se celebró en un recinto de la localidad madrileña de Navalagamella, a 25 kilómetros del centro de la capital, y propiedad de la abuela paterna de la novia, Piru Urquijo.
Allí los todavía prometidos estuvieron acompañados de sus respectivas familias y amigos más cercanos para vivir un momento también muy señalado para ellos. En este tipo de fiestas de origen histórico sería el momento el que el novio le pide la mano de su hija a los padres de la novia. Es entonces cuando se lleva a cabo también un intercambio de regalos: para ella el anillo de compromiso y para él lo más común es un reloj, aunque también podrían ser unos genemolos un alfiler de corbata.
La boda de Almeida y Teresa Urquijo -su futura esposa 22 años más joven que él- espera celebrarse el próximo 6 de abril de este 2024 en una iglesia del centro de Madrid para posteriormente ofrecer un multitudinario banquete en otra de las propiedades de Piru Urquijo, la finca 'El canto de la cruz' ubicada en el municipio madrileño Colmenar Viejo. Hasta alli tendrán también que desplazarse todos los invitados al gran evento entre los que se podría encontrar el Rey Juan Carlos.
El Rey Juan Carlos podría no asistir
Así es, tal y como ha informado El Debate, el Rey Emérito figura entre la lista de invitados a la boda del Alcalde de Madrid, aunque no sería su cargo público el motivo de ello. Hay que recordar que Teresa Urquijo, la novia, está emparentada con la familia Borbón por su otra abuela, la materna, Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, que es prima del padre del Rey Felipe VI.
En cambio, las fuentes que han confirmado lo de la invitación adelantan también que el Rey Juan Carlos podría no asistir al gran día por varias razones. Por un lado, la más evidente, se encuentra viviendo en Abu Dabi desde el verano de 2020 y asistir a la boda implicaría un largo viaje. Además, a pesar de su abdicación, sigue formando parte de la Familia Real española y siempre que visita el país que un día reinó necesita de un gran equipo de seguridad, por lo que su presencia allí implicaría también de una gran organización.