El Rey Emérito lo habría dispuesto todo para que se agrupe su fortuna y que sus hijas vivan con comodidad cuando él ya no esté.
El Rey Juan Carlos cuenta con una fortuna que a su muerte debería pasar a sus tres hijos, sus herederos inmediatos. Si cumple con lo que prometió el 15 de marzo de 2020, el Rey Felipe VI renunciará a la herencia que le correspondería de su padre. No se puede renunciar a una herencia antes de tiempo, pero parece claro y seguro que Don Felipe se conformará con haber heredado el trono, y no recibirá ni un solo euro del Rey Emérito.
Otra cosa son las Infantas Elena y Cristina, a quienes que hubiera una fundación en un paraíso fiscal o que haya una fortuna en el extranjero no les supone problema ético ni estético alguno al no ser Reinas, ni tampoco miembros de la Familia Real. Por ello, ni la Duquesa de Lugo ni Cristina de Borbón se han planteado nunca renunciar a todo lo que les corresponderá cuando fallezca su padre.Mientras tanto, Juan Carlos de Borbón, no quiere que el día que no esté falte de nada a su hijas, ni a sus nietos. Sabe que Felipe VI, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía están protegidas por la Corona, pero como sus hijas y sus nietos Marichalar y Urdangarin no lo están a ese nivel, lo ha dispuesto todo para que puedan disfrutar de una vida de comodidades.
Así, como señala El Confidencial, el Rey Juan Carlos ha creado una fundación en Abu Dabi que agrupe su fortuna para que todo vaya para sus dos hijas. De ahí se entiende que cuando se archivaron las causas penales contra él, comunicara que volvería a España solo temporalmente y seguiría siendo residente fiscal en Abu Dabi. La legislación emiratí permite un ventajoso traspaso de activos en caso de fallecimiento, la fiscalidad es baja y el secretismo es alto.Preocupado por el bienestar de sus hijas
Como detalle el citado medio, con esta fundación ha centralizado y agrupado todos sus fondos en el extranjero, todo un éxito que beneficia a las Infantas Elena y Cristina. El Confidencial deja claro que Felipe VI no forma parte de la fundación creada por su padre para beneficiar a sus hermanas, ni tiene nada que ver con su creación.
Lo que no ha conseguido el Rey Juan Carlos es que todo quede en secreto, que se entiende, era su idea. Sea como fuere, y como asegura el artículo, "el objetivo del rey es que la fundación garantice a las Infantas ingresos suficientes y permanentes". Eso sí, esta entidad se vende como una fundación que financiará actividades educativas y culturales para dar a conocer el reinado de Juan Carlos I.
Su idea, sin embargo, es que el día que no esté, la fortuna que habría amasado a lo largo de su vida, sirviera para que las Infantas, que estarían en el patronato de la fundación, vivan con comodidad. Su miedo es que una vez él no esté, pudieran perder sus fuentes de ingresos directos, es decir, sus empleos.
La Infanta Elena es directora del Área Social de la Fundación Mapfre en Madrid, mientras que la Infanta Cristina trabaja en la Fundación Aga Khan como coordinadora de interagencias dentro de la Aga Khan Trust For Culture en Ginebra. Ni una, ni la otra parecen tener que temer por perder sus trabajos cuando muera el Rey Juan Carlos. Además, se acercan a la edad de jubilación, así que no parece muy probable que fuera a ser despedidas una vez ya no esté el Rey Emérito.