Tres temas que, sin duda, han marcado el 2011 de la Familia Real al completo. Y es que, si cuando en noviembre de 2003 el Príncipe Felipe anunció que se casaba con Letizia Ortiz, una periodista divorciada que presentaba los Informativos de TVE, se publicaron todo tipo de comentarios y críticas hacia su persona, en este 2011 el 'yerno perfecto' ha defraudado a propios y extraños.
Iñaki Urdangarín, el quebradero de cabeza del Rey Juan Carlos
Iñaki Urdangarín, ese brillante jugador de balonmano que llevó al altar de la Catedral de Barcelona a la Infanta Cristina el 4 de octubre de 1997, ha resultado tener, presuntamente, una cara oculta que ahora está sacando a la luz el Juez Castro, encargado del 'caso Palma'.
Dejando a un lado este 'turbio' asunto que trae de cabeza a la Familia Real al completo -de hecho don Juan Carlos aseguró durante su discurso de Nochebuena que la "justicia es igual para todos"-, a nivel personal el Jefe del Estado ha tenido algún que otro problemilla con su salud durante los últimos doce meses.
Los achaques del Rey Juan Carlos
Así, el 3 de junio el Rey ingresaba en la Clínica San José de Madrid para someterse a una operación de rodilla derecha debido a las antiguas lesiones producidas en prácticas deportivas y que han provocado dolores articulares que dificultan su actividad física habitual.
Ya totalmente recuperado, el Monarca disfrutó de sus vacaciones en el Palacio de Marivent de Palma de Mallorca junto al resto de la Familia Real. Unos días estivales tras los que don Juan Carlos volvió a pasar por el hospital, en este ocasión para ser operado del talón de Aquiles de su pie izquierdo para corregir una tendinitis.
Los polémicos ojos del Monarca
No obstante, no sólo han sido sus extremidades las que han acaparado titulares. Y es que hasta en dos ocasiones Casa del Rey ha tenido que dar explicaciones acerca del tono amoratado con el que ha aparecido el Monarca en público. Durante la visita de Sebastián Piñera y su esposa a Madrid en marzo, el Rey apareció con un ojo parcialmente amoratado, cuya única explicación fue que se trataba de un efecto óptico.
Y en noviembre volvió a tener el ojo amoratado. En esta ocasión se explicó directamente desde Zarzuela que su Majestad había sufrido un pequeño accidente doméstico al golpearse con una puerta. Durante días estuvo el Rey luciendo unas gafas de sol que se hicieron archiconocidas.
No obstante, éste puede ser un buen momento para olvidar todo ello por unas horas y disfrutar del señalado día. Su agenda para el día de hoy no se ha hecho pública, pero donde sí le podremos ver es este viernes 6 de enero presidiendo junto a su mujer la Reina Sofía y los Príncipes de Asturias el desfile de la Pascua Militar, una profunda tradición en la vida castrense española que se remonta a 1782, época del reinado de Carlos III.