El secretismo sobre los 'trapos sucios' de Rey Juan Carlos I en su Reinado ha llegado a su fin. La publicación de las fotografías del ahora Rey Emérito besándose con Bárbara Rey en 1994 y la posteriores filtración de las grabaciones de sus conversaciones privadas ha abierto la veda a destapar otros muchos secretos del padre del Rey Felipe VI o incluso de otros no tan secretos como son las financiación secreta del Monarca durante su reinado que circulaba por paraísos fiscales y que nunca fue declarada a la Hacienda española.
Ahora El País ha hecho público otro monto de dinero hasta ahora desconocido que el Rey Juan Carlos recibió del Rey saudí Jaled Bin Abdelaziz pocas semanas después de convertirse en Rey de España el 22 de noviembre de 1975. Según José María Irujo en este periódico, el ahora Rey Emérito recibió 10 millones de dólares tal y como le informan dos personas "que durante esos años fueron testigos de la administración de los bienes del entonces Jefe del Estado" y el El País ha podido confirmar las "gestiones ocultas" que estas dos personas hicieron con "las cuentas millonarias de Juan Carlos en Suiza y otros paraísos fiscales".
"Fue un regalo de Rey a Rey, una donación nada más acceder a la Corona"
" Fue un regalo de Rey a Rey, una donación nada más acceder a la corona. '¡Qué barbaridad, han sido muy generosos!', me confesó entonces Don Juan Carlos (...) El rey viajó personalmente a Riad con Manolo Prado para agradecerlo", revela una de estas fuentes a El País. Esta donación fue anterior a las ya conocidas gracias a las famosas 'libretas de Manglano' (Emilio Alonso Manglano, entonces director del Cesid, ahora CNI) publicadas en 'El jefe de los Espías' de Juan Fernández-Miranda y Javier Chicote.
Según escribió Manglano en su libreta tras hablar con el propio Rey Juan Carlos, este recibió en mayo de 1989 otros 36 millones de dólares además de un "crédito" de 50 millones de dólares que invirtió y con los que ganó 18 millones. Por supuesto, ni la primera donación de 10 millones ni las posteriores fueron nunca declaradas a la Hacienda española. Tampoco los 100 millones de dólares que recibió en 2008 del Mistenio de Finanzas de Arabia Saudí.
Tal y como ya se sabía, la Fiscalía del Tribunal Supremo pudo corrobrar que el Rey Juan Carlos I cometió numerosas irregularidades fiscales que podrían haber dado lugar no solo a delitos fiscales, sino también a blanqueo de capitales y cochecho. En cambio, El jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Alejandro Luzón, archivó las causas porque muchos de estos hechos había prescrito o ni siquiera podían ser penadas porque fueron cometidas antes 2014 cuando el entonces Rey Juan Carlos I estaba blindado por la inviolavilidad del Jefe del Estado recogida en el artículo 56.3 de la Constitución Española.