Tras el ajetreo de la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, como cada año, Don Felipe y Doña Letizia abandonaron la gran ciudad y acudieron a un pequeño pueblo de la geografía asturiana para entregar en persona el Premio al Pueblo Ejemplar. La Fundación Príncipe de Asturias es la encargada de conceder este galardón que en 2014 ha recaído en la ciudad de Boal.
La visita prosiguió en el Centro de Lavaderos de Boal, donde varias mujeres vestidas de lavanderas mostraron a los monarcas el modo tradicional de lavar y secar la ropa. En ese momento, doña Letizia protagonizó la anécdota del día al acercarse y ponerse ella también a lavar junto al resto de lavanderas.
Disfrutaron de una comida de platos típicos
El acto finalizó en la Plaza de los Inmigrantes, donde el monarca leyó un discurso en que resaltaba la importancia del medio rural en nuestro país. "Podéis sentiros muy orgullosos de lo que estáis haciendo y, además, orgullosos de hacerlo conservando una forma de vida de la que han nacido casi todos nuestros valores", sentenciaba.
Después descubrieron una placa conmemorativa y fueron agasajados con un banquete, al que asistieron más de setecientas personas y cuyo menú estaba formado por platos típicos de la región, como carne asada con patatas al estilo Boal o requesón con miel.