Es por eso que toda precaución ha sido poca, y al haber sido salpicado por los desmanes económicos de su padre, Felipe VI ha sido contundente y no solo ha renunciado a la herencia que le pudiera corresponder en el momento de la muerte de Juan Carlos I, sino que le ha retirado la asignación que recibÃa del presupuesto que el Estado destina para la Corona. Se acabó el dinero para Juan Carlos I, igual que en junio de 2019 se habÃan terminado sus actos oficiales, que no oficiosos.
Renuncia a todo para protegerse
"Ante esa información, Su Majestad el Rey adoptó preventivamente las siguientes decisiones: Primera. Trasladar copia de dicha carta a S.M. el Rey Don Juan Carlos, asà como a las autoridades competentes. Segunda. Que la Casa de S.M. el Rey comunicase al citado despacho de abogados, que ni Su Majestad ni Su Casa tenÃan conocimiento, participación o responsabilidad alguna en los presuntos hechos que mencionaba, -por lo que carecÃa de toda justificación lÃcita su involucración en los mismos-, ni designarÃa representante legal para iniciar negociación alguna con el citado despacho de Abogados sobre los hechos descritos. Dicha comunicación se llevó a cabo mediante escrito de fecha 21 de marzo de 2019". HabÃan pasado dos semanas y asà actuó la Corona para protegerse.
"Tercera. Comparecer ante Notario, el 12 de abril de 2019, para manifestar que ha dirigido una carta a su padre, el Rey Don Juan Carlos, a fin de que si fuera cierta su designación o la de la Princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, dejara sin efecto tal designación, manifestando igualmente que no aceptarÃa participación o beneficio alguno en esa entidad, renunciando asimismo a cualquier derecho, expectativa o interés que, aún sin su consentimiento o conocimiento, pudiera corresponderles ahora o en el futuro en relación con la Fundación Lucum". La Institución actuó asà para renunciar a aparecer en esta fundación y a recibir dinero alguno cuya procedencia era dudosa.
"Cuarta. Asimismo, y en el mismo acto notarial, y además de lo anterior, manifestó no haber tenido conocimiento ni prestado consentimiento a participar, en nombre propio o en representación de terceros, en particular de su hija, en ningún activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, caracterÃsticas o finalidad pudieran no estar en plena y estricta consonancia con la legalidad o con los criterios de transparencia,integridad y ejemplaridad que informan su actividad institucional y privada. Y en la hipótesis de que, aun sin su consentimiento ni conocimiento, hubiera sido unilateralmente designado como heredero, legatario o beneficiario en relación con cualesquiera activos inversiones o estructuras, manifestó no aceptar participación o beneficio alguno en dichos activos y renunciar a cualquier derecho, expectativa o interés que pudiera corresponderles en el futuro". El objetivo era proteger el presente de la Corona y también el futuro. La Princesa de Asturias estaba implicada sin saberlo, al igual que el Rey Felipe, con el consiguiente escándalo si no se hubiera tomado medidas.
Nada cambió en ese momento, pero todo lo hizo. Los Reyes Felipe y Juan Carlos coincidieron públicamente en el encuentro COTEC Europa 2019 el 7 de mayo de 2019 en el Teatro San Carlos de Nápoles. Con la Reina Letizia no hubo encuentros oficiales, pero sà oficiosos cuando toda la Familia Real y la Familia del Rey le visitaron debido a su operación de agosto de 2019. Antes de todo ello se anunció la salida de los actos oficiales del Rey Juan Carlos, que se despidió en junio de 2019 cuando se cumplÃan 5 años desde su abdicación. Su salud y sus escándalos pesaban, pero también la sombra de lo que el Rey habÃa descubierto en marzo de 2019. Era mejor que se retirara él por voluntad propia a la humillación de tener que echarle cuando se descubriera todo. Asà al menos solo ha tenido que retirarle la asignación, que no es poco.