2018 era un año para la reconciliación y para el homenaje hacia el Rey Juan Carlos. Casa Real no quiso darle un 80 cumpleaños por todo lo alto como el de Harald y Sonia de Noruega, pero sí hubo posado familiar casi al completo ese 5 de enero, acudió a la Pascua Militar e iba a disfrutar de varios homenajes a lo largo del año. Sin embargo, sus escándalos dieron al traste con todos los planes.
Felipe VI desoyó los consejos que le decían que era mejor que el Emérito no estuviera presente en el acto central por el 40 aniversario de la Constitución en el Congreso. Su presencia era incómoda de por sí, pero más todavía con lo que había ocurrido días atrás. A finales de noviembre se trasladó a Abu Dabi para animar a Fernando Alonso en su última carrera antes de retirarse. En la zona de autoridades, Juan Carlos de Borbón saludó al Príncipe Heredero de Arabía Saudí, Mohamed bin Salman, caído en desgracia internacionalmente por su presunta relación en el asesinato del periodista opositor Jamal Khashoggi, ocurrido el 2 de octubre de 2018 en el consulado saudí de Estambul. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí difundió la foto en Twitter, y Casa Real se vio obligada a explicar que fue un saludo protocolario y que no hubo reunión anterior ni posterior con MBS. Finalmente, pudo más el amor y la lealtad de hijo, así como la gratitud, ya que Felipe VI quiso homenajear a su padre por papel fundamental que tuvo en la Transición.
Con motivo del 81 cumpleaños del Rey Emérito se produjo un hecho extraño. El 4 de enero de 2018, fue agasajado con una fiesta en Las Jarillas a la que asistió buena parte de su familia y muchos amigos, no así Don Felipe. Juan Carlos de Borbón comunicó a los asistentes que su hijo no había ido porque se sentía indispuesto. Al día siguiente, fecha del cumpleaños, hubo almuerzo en La Zarzuela, y esta vez, Felipe VI y sus hijas fueron a felicitar en persona a su padre y abuelo, no así la Reina Letizia... pero esa es otra historia.
Los rumores sobre su relación complicada han terminado por caerse en la entrega de los Premios Nacionales del Deporte 2017, celebrados el pasado 10 de enero en el Palacio de El Pardo. Ese día se vio a padre e hijo muy unidos y especialmente cómplices, algo que a veces ocurre cuando coinciden, pero en esta ocasión fue mucho más evidente.
Por si fuera poco, nada más llegar al evento y tras sentarse, el Rey realizó una confidencia al Emérito, que rió de buena gana con la ocurrencia del Monarca. Se apreció sintonía y buen humor. A la hora de marcharse, Don Juan Carlos tomó del brazo a Felipe VI para caminar más cómodo, ya que sus problemas de movilidad son evidentes. Está claro que el Rey ha estado muy enfadado con su padre, que Juan Carlos de Borbón ha estado molesto con su hijo, y que al final, Don Felipe ha perdonado totalmente al Emérito.