En el gabinete de crisis montado tras el escándalo, el Monarca impuso su criterio. Por otro lado, la Princesa de Asturias tuvo una idea espontánea para satisfacer a la Reina Sofía.
Después del 'choque de Reinas' visto desde varios ángulos en la Misa del Domingo de Pascua y de que estallara un escándalo que ha dañado la imagen de la Corona en general, y de la Reina Letizia en particular, fue necesario realizar un cónclave en La Zarzuela para decidir qué se podría hacer para terminar con un asunto que ha dejado en evidencia lo que era un secreto a voces: la complicada relación entre los miembros de la Familia Real.
Como señala El Español, dos días después de que se filtrara el vídeo de la discordia, se celebró un gabinete de crisis en el que participaron el Rey Felipe, la Reina Letizia, la Reina Sofía, el jefe de la Casa de SM el Rey, Jaime Alfonsín, el secretario de la Reina, José Manuel Zuleta, así como el director de comunicación de Casa Real, Jordi Gutiérrez. Sabían que había que hacer algo, pero lo tuvieron todavía más claro después de los abucheos que recibió Doña Letizia en su primer acto oficial después de que se viera todo.El gesto espontáneo de la Princesa Leonor
Felipe VI tenía claro que había que pedir perdón, pero no a la Reina Sofía, sino a España. No hacía falta un perdón como el del Rey Juan Carlos tras el escándalo de Botsuana, tendría que ser con gestos. Por eso se decidió la visita al hospital, cambiando así los planes, ya que antes de que pasara todo, solo iban a visitar al Emérito el Rey y la Reina Sofía.
La Reina Letizia aceptó hasta abrir la puerta del coche, aunque no quería que la Princesa Leonor estuviera implicada. Tanto el Rey como la Reina se han dado cuenta de que la imagen de la Princesa de Asturias ha sido manchada, si bien es cierto que se ha visto como la causante del manotazo a la Reina Letizia.
Finalmente, el Rey impuso su criterio, apoyado por el director de Comunicación, y se dispuso que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía tenían que ir el domingo 8 de abril a ver a su abuelo al hospital, y lo harían junto a la Reina Sofía. La presencia de Doña Letizia no fue requerida, pero ella decidió ir también, y de paso se daba una imagen de familia unida.
Luego hubo un gesto que según el citado medio fue decisión de la Princesa de Asturias. Después del doble desplante que hizo a la Reina Sofía, la Princesa Leonor debía sentirse un poco mal, así que decidió ayudar a su abuela a bajar del coche. A Doña Sofía, consciente de que sus nietas no le tienen el cariño que a ella le gustaría, le hizo ilusión que la Princesa Leonor tuviera ese detalle. Ahora le gustaría también que en el ámbito privado su relación se estrechara.