Tras su año de reinado, Felipe VI ha vuelto a dirigirse a todos los españoles en el tradicional discurso de Navidad, que por primera vez realizó el pasado año cuando tan sólo llevaba seis meses como monarca, ya que dicha función siempre había corrido a cargo de su padre el Rey Juan Carlos. El mensaje a diferencia de otras ocasiones fue grabado en el Palacio Real y no en La Zarzuela.
En su segundo discurso como Rey, ha hecho una llamada al entendimiento en un momento no exento de dificultades. No obstante, el contenido del mensaje estuvo marcado por el resultado de las elecciones celebradas el pasado 20 de diciembre "la pluralidad política expresada por las urnas", aseguró Felipe VI. Un mapa muy diferente el que se ha dibujado en el territorio español debido a las nuevas fuerzas políticas.
Asimismo, Don Felipe quiso transmitir " un mensaje de esperanza en que la reflexión serena, el contraste sincero y leal de las opiniones, y el respeto tanto a la realidad de nuestra historia, como a la íntima comunidad de efectos e intereses entre todos los españoles, alimenten la vigencia de nuestro mejor espíritu constitucional".
No obstante, en el discurso no habló directamente de la crisis política, y tampoco se pronunció directamente sobre la crisis catalana, aunque sí aboga por la concordancia con la sociedad, de forma que " caminen siempre al mismo paso del pueblo español al que sirven y representan ". También eludió hacer referencia a la corrupción.
El Palacio Real, escenario del discurso
A diferencia del año pasado, Don Felipe ha optado por grabar el discurso en el Palacio Real, donde él y Doña Letizia reciben a representantes de la sociedad española cada 12 de octubre por la Fiesta Nacional. Ha escogido este emplazamiento porque " es de todos los españoles " y el lugar " donde la Corona celebra actos de Estado ".
En su primer discurso, prefirió rodearse de una estética familiar gracias a las instantáneas en la que aparecía acompañado por sus hijas la Princesa Leonor y la Infanta Sofía , así como el día de la firma de la ley de abdicación en la que aparece el Rey Juan Carlos saliendo con Don Felipe bajo la atenta mirada de la Reina Sofía.