El Monarca, que confía en la medicina convencional, se ha puesto en manos de los médicos y ha aceptado someterse a un tratamiento especializado y menos invasivo que el habitual.
El Rey Carlos III tiene cáncer, una enfermedad desgraciadamente habitual y que requiere un tratamiento muy duro que los pacientes tienen que soportar para poder curarse. Gracias a la investigación y a los avances médicos, la supervivencia de las personas diagnosticadas con cáncer crece. También los tratamientos van mejorando, lo que sirve no solo para incrementar el éxito, sino para aumentar la calidad de vida de los pacientes.
El Monarca, diagnosticado de un cáncer no especificado a los 75 años, anunció que sufría esta enfermedad el 5 de febrero de 2024. Además, había comenzado un tratamiento que realiza en régimen ambulatorio en un hospital de Londres y que le permite retirarse a Sandringham al terminar para descansar allí mientras mantiene sus principales funciones como Rey.Asimismo, se ha conocido que Carlos III recibe un tratamiento pionero, altamente especializado y menos invasivo. Como señala The Mirror, el Monarca tiene que acudir una vez por semana a un hospital de la capital británica para someterse a este tratamiento contra el cáncer.
"El tratamiento del cáncer ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años y es más sofisticado que antes. Por lo tanto, la eficacia y los efectos secundarios han mejorado significativamente", señaló una fuente citada por el citado medio británico.Carlos III sí confía en la medicina tradicional
No se ha especificado qué tipo de tratamiento pionero y menos invasivo recibe el Rey Carlos III, pero sí es evidente que confía en la medicina convencional y no se trata con homeopatía, una fake news que no tardó en aparecer tras conocerse que el Jefe del Estado tiene cáncer.
Cierto es que el Monarca ha sido un defensor y seguidor de la homeopatía, y de hecho en otoño de 2022 nombró a Michael Dixon como jefe del equipo médico de la Casa Real Británica, que resulta ser defensor de esta medicina alternativa. Eso sí, la idea no es sustituir la medicina convencional por la homeopatía, sino que, de recurrir a ella, sea un complemento. Es decir, todos los problemas de salud del Rey se tratan con medicina convencional, pero puede someterse también a tratamientos homeopáticos.