El Príncipe Guillermo ha sido nombrado como Coronel en Jefe del antiguo regimiento tal y como ha anunciado el Palacio de Buckingham, y llama la atención que este nombramiento se haya producido justo en el momento en el que su hermano, el Príncipe Harry, aterrizaba en Londres, quien perteneció a dicho regimiento.
La decisión ha sido tomada por el Rey Carlos III, quien habría hecho saber que está tan ocupado que no podrá reunirse con su hijo pequeño. El Príncipe Harry se encuentra de visita en Reino Unido por el aniversario de los Juegos Invictus tal y como ha hecho saber el medio Daily Mail, pero su padre no tendrá ni un hueco para estar con un rato con él.
Ahora que tiene que ocuparse de su salud y de su papel como Rey, el monarca pasa el testigo a su hijo mayor después de desempeñar este cargo durante 31 años cuando era Príncipe de Gales. En un principio este cargo iba destinado al Príncipe Harry, quien estuvo en ese regimiento hasta 2014, pero como decidió dejar sus obligaciones reales en 2020, cambiaron las tornas. Renunciar a sus obligaciones implicaba también renunciar al desempeño de sus funciones oficiales y cargos de representación. Así que ahora que él no será e que coja el testigo, será el Príncipe Guillermo el que lo haga, y tomará posesión del rango de coronel en una ceremonia conjunta.
Mientras, este gesto podría sembrar una distancia mayor entre padre e hijo. Los dos no se verán las caras, algo que llama la atención cuando la salud del Rey Carlos no atraviesa su mejor momento. El cáncer que sufre el monarca parecía que iba a ser un puente hacia limar asperezas, pero nada más lejos de la realidad. Eso sí, cuando se supo la noticia de su enfermedad, el Príncipe Harry cogió un vuelo desde Los Ángeles hacia Londres para estar cerca de su padre, pero ahora no compartirán ni diez minutos pese a vivir tan lejos el uno del otro.
El Príncipe Harry no se verá con su hijo
En cuanto a la agenda del Duque de Sussex, asistirá a un servicio de Acción de Gracias en la Catedral de San Pablo de Londres con motivo del décimo aniversario de los Juegos Invictus. Ahora la apretada agenda de Carlos III y su tratamiento oncológico podrían ser un inconveniente para una nueva reunión entre ellos.