Al Rey Carlos III le gustan mucho los huevos. Le encanta desayunar un huevo pasado por agua y disfrutar de cheesy baked eggs. Sin embargo, le va a acabar cogiendo manía a los huevos, utilizados en dos ocasiones como objeto para demostrar descontento hacia el Monarca.
El Rey Carlos III saludando a la gente en LutonCarlos III se encontraba en Luton debido a una visita oficial realizada el 6 de diciembre de 2022. El Rey había viajado a esta ciudad inglesa para visitar el Ayuntamiento de Luton y el templo Guru Nanak Gurdwara. También fue a conocer el trabajo de espacios comunitarios locales y por supuesto paseó por las calles de Luton para poder saludar a las personas que se agolparon en las zonas recorridas por el Rey con la intención de verle de cerca.
Con lo que no contaba Carlos III fue con el que el paseo terminara mal. Durante su paseo por Luton un hombre joven arrojó un huevo en dirección al Monarca con la intención de mancharle y protestar. Afortunadamente el Rey Carlos no sufrió daño alguno, pero el agresor fue detenido por su acción.
El Rey Carlos III tras serle arrojados unos huevos en su visita a YorkEl incidente ha ocurrido casi un mes después de que otro joven lanzara huevos al Rey Carlos. Sucedió durante una visita a York en la que estuvo acompañado por la Reina Camilla. El agresor gritó "este país se construyó sobre la sangre de los esclavos" y lanzó tres huevos contra el Rey. El joven que le atacó fue identificado como Patrick Thelwell, activista de Extinction Rebellion.
Un momento complicado
Esta agresión ha cogido a Carlos III en un momento complicado. Si bien la Casa Real Británica ha querido centrarse en el viaje a Estados Unidos de los Príncipes de Gales y en el anuncio de que la Corona de San Eduardo va a ser modificada para adaptarse a Carlos III para su coronación, todo ha sido eclipsado en cierta manera por los trailers y el inminente estreno en dos partes de la docuserie de Harry y Meghan en Netflix. Si bien podría pensarse que la Familia Real Británica había acercado posturas con los Duques de Sussex, el documental deja claro que no es así.
