Otra anécdota que se cuenta es cuando una vez, de camino a Highgrove con Lady Di y Ken Wharfe, encargado de su seguridad, el Duque de Sussex espetó a su hermano: "Tú serás Rey y yo no, asà que puedo hacer lo que quiera". Wharfe recordó que en aquel momento la Princesa Diana y él se miraron sorprendidos por las palabras del PrÃncipe Harry, que entonces tenÃa 6 años.
Otro ejemplo de cómo Lady Di se divertÃa con las travesuras de sus hijos fue cuando les animó a realizar una carrera de karts en el jardÃn de Highgrove, un lugar sagrado para el PrÃncipe Carlos, que no estaba por allÃ. El jardÃn sufrió las consecuencias del paso de los karts por allÃ. Seguramente al PrÃncipe de Gales no le hizo tanta gracia como a la Princesa Diana. Tampoco le hizo gracia a la niñera Jessie Webb cuando un pequeño PrÃncipe Harry le dijo que tenÃa que adelgazar y menos gracia todavÃa hizo cuando un guardaespaldas tuvo la mala idea de que el PrÃncipe Harry, que no tenÃa más de 7 años, recibiera una pequeña lección de conducir con el coche del PrÃncipe Carlos. Solo era para que aprendiera el funcionamiento del freno y el acelerador, y como no quiso terminar la clase, se enfadó y pisó con fuerza el acelerador. El coche se estrelló contra un muro de piedra, aunque afortunadamente nadie salió herido. También se puso en peligro cuando se escapó y se escondió en un pajar o cuando se empañaba en montar en un pony Shetland que no era especialmente dócil y siempre le tiraba, no sin antes protagonizar una persecución en la que no faltaba el PrÃncipe Guillermo tratando de salvar a su hermano.
Al PrÃncipe Harry le costaba seguir las normas, algo que al PrÃncipe Guillermo no le pasaba, al menos en público. De acuerdo con el libro, a Lady Di le gustaba que sus hijos fueran libres y se divirtieran lo máximo posible. A su padre, no tanto, como cuando les pilló haciendo sus necesidades desde un alto en Highgrove. El PrÃncipe Carlos les riñó, pero no le hicieron caso. Tampoco hizo caso el PrÃncipe Harry a Lady Di, que se enfadó mucho, esta vez sÃ, cuando en una pelea con su hermano le golpeó con un taco de billar.
Una dura frase a Lady Di
Los años pasaron, los niños fueron creciendo y el PrÃncipe Guillermo iba madurando. De hecho, estaba contento en el colegio, se divertÃa, estudiaba y se alejaba un poco de su madre, que empezaba a apoyarse en su hijo mayor ante sus problemas, lo que estaba generando demasiado estrés en él. Además, en los peores momentos del matrimonio de sus padres, el PrÃncipe Guillermo le pidió que dejara de hablar mal de su padre delante de él. Un ejemplo de cómo todo eso le pasó factura sucedió cuando en una cena en la que estaba una periodista con su hija el PrÃncipe de Gales comentó lo mucho que le gustaba 'The Goons', ante lo que la periodista se puso a cantar la canción del show. La hija de la periodista se volvió hacia el PrÃncipe Guillermo y al comentar la vergüenza que podÃan llegar a dar los padres, fue tajante: "Papá no me avergüenza. Mamá, sÃ". No fueron años fáciles ni para el PrÃncipe Guillermo, ni para el PrÃncipe Harry, que tendrÃan que enfrentarse a la separación de sus padres, el divorcio, el escándalo y sobre todo la trágica muerte de Lady Di en 1997.