Las familias se reúnen cada año en fechas señaladas por un u otro motivo, lo mismo que ocurre en las Casas Reales Europeas, quienes además son uno de los gremios más solidarios que existen y se apoyan los unos a los otros tanto en los momentos tristes como en los alegres.
Enero comenzó con una gran reunión con motivo de la celebración de los 40 años de la llegada al trono de la Reina Margarita II de Dinamarca. La Monarca fue coronada a la muerte de su padre, el Rey Federico X, fallecido en 2012 y que consiguió derogar la Ley Sálica con la que Margarita se aseguró ser reina algún día.
Además de los miembros de la realeza con los que la Reina Margarita tiene un parentesco directo, la cena de gala contó con la presencia de los Reyes de Suecia, de los Reyes de Noruega y de los Príncipes Haakon y Mette-Marit.
La Reina Isabel celebra su Jubileo de Diamante con la realeza
De enero hubo un gran salto hasta mayo, cuando la Reina Isabel II abrió el Castillo de Windsor a los reyes y reinas reinantes y no reinantes del mundo para celebrar su Jubileo de Diamante, con el que se festejaba el 60 aniversario de su ascensión al trono británico.
Allí estuvieron Reyes y sus consortes como Margarita de Dinamarca y el Príncipe Enrique, Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, Beatriz de Holanda, Harald y Sonia de Noruega, Alberto y Paola de Bélgica, el Enrique y María Teresa de Luxemburgo, Alberto y Charlene de Mónaco y Hans-Adam de Liechtenstein.
No faltaron los destronados Reyes Simeón y Margarita de Bulgaria, Miguel de Rumanía y Constantino y Ana María de Grecia, así como los Príncipes de Yugoslavia y otros miembros de Monarquías del resto del mundo.
Tras el intenso fin de semana en Windsor, Estocolmo se convirtió en el centro neurálgico de la realeza con motivo del bautizo de la Princesa Estela de Suecia, un acto litúrgico que en el país escandinavo es una ceremonia de Estado, por lo cual las Casas Reales Europeas se dieron cita con notables ausencias, como la de la Casa Real Española, que tras el plantón en la celebración del Jubileo por orden del Gobierno, tampoco tuvo representación en el bautizo de la nieta de los Reyes de Suecia.
Así, además de la Familia Real Sueca al completo, estuvieron la Reina Margarita II, el Príncipe Enrique y los Príncipes Federico y Mary de Dinamarca, los Príncipes Herederos Felipe y Matilde de Bélgica, los Príncipes Guillermo y Máxima de Holanda; mientras que Noruega estuvo representada por el Príncipe Haakon, la Princesa Marta Luisa y Ari Behn, Luxemburgo lo estuvo por el Príncipe Guillermo y su entonces prometida Stéphanie de Lannoy en el que fue su puesta de largo antes de su boda, otra de las grandes reuniones de la realeza en 2012.
La boda real de Luxemburgo
De mayo de pasó a julio y agosto, cuando las Casa Reales volvieron a reunirse, y nuevamente en Londres, pues allí tuvieron lugar los Juegos Olímpicos entre el 27 de julio y el 12 de agosto, a los que se les sumaron los Juegos Paralímpicos, finalizados ya en septiembre.
Ni qué decir tiene que la Familia Real Británica tuvo un gran protagonista en esta cita, sobre todo la Reina, los Duques de Cambridge y el Príncipe Harry, aunque todas las Familias Reales reinantes de Europa se dejaron caer en algún momento por el Parque Olímpico para apoyar a sus deportistas, también la Española, que contó con la presencia a última hora de la Reina Sofía y de los Príncipes de Asturias, además de la Infanta Elena y sus dos hijos, que animaron a los paralímpicos.
La última gran reunión del año entre los 'royals' tuvo lugar en un pequeño país centroeuropeo, Luxemburgo, que casaba al heredero de su corona, el Príncipe Guillermo, con la aristócrata belga Stéphanie de Lannoy.
El enlace motivó la presencia de Casas Reales del mundo entero que se desplazaron a la boda religiosa del último heredero soltero de la realeza del viejo continente.