Galería: La Familia Real Griega en imágenes
El Rey Juan Carlos fue muy bien acogido por la Familia Real Griega. La Reina Federica deseaba un matrimonio más ventajoso para su primogénita, ya que cuando Don Juan Carlos se prometieron , todavía no estaba claro que en un futuro pudiera reinar, pero de todos modos siempre quiso mucho a su yerno. La relación con sus cuñados, Constantino e Irene de Grecia, también ha sido excelente, hasta el punto de que esta última vive parte del año en La Zarzuela.
El Rey Juan Carlos ha tenido y tiene mucho cariño a todos, pero sobre todo al Rey Constantino. Ambos se hicieron muy amigos cuando se convirtieron en cuñados, y cuando ambos formaron sus respectivas familias, todos se llevaban a la perfección y pasaban la Navidad y los veranos juntos. Cuando la Familia Real Griega partió al exilio, marcharon a Roma y luego a Londres, pero siempre contaron con el apoyo de sus parientes españoles.
Todo era estupendo, pero al final, llegó el distanciamiento. Como recuerda LOC, los problemas comenzaron por el documental 'A year in Spain' que realizó la periodista británica Selina Scott en 1991 sobre el Rey Juan Carlos y en cuya autorización habría mediado el Rey de los Helenos. El resultado no gustó ni al Rey ni a la Casa Real por mostrarle ante el mundo como un hombre que parecía que solo sabía divertirse, algo nefasto para la imagen de un Monarca. El Rey se sintió traicionado por su cuñado.
No ayudó tampoco que por aquel entonces apareciera en escena Marta Gayá, con el consiguiente sufrimiento de la Reina Sofía. De sobra es conocido que Doña Sofía guarda una estrecha relación con su hermano y con su cuñada, la Reina Ana María, que no tardaron en posicionarse de su lado, distanciándose así de Don Juan Carlos.
Reencuentro en La Zarzuela
Los años han pasado y han seguido viéndose, pero esa camaradería fue desapareciendo, hasta que llegó el 80 cumpleaños del Rey Juan Carlos. El padre del Jefe del Estado celebró la efeméride con un almuerzo en La Zarzuela con asistencia de gran parte de su familia y de la de la Reina Sofía.
La Reina Emérita se encargó de convencer a su hermano para que estuviera presente, y pese a sus problemas de movilidad, viajó desde Grecia a Madrid para una fecha tan importante. Allí, los cuñados limaron asperezas, y aunque nada volverá a ser lo que fue, al menos han acercado posturas y a dejar claro que agua pasada no mueve molino.