Álvaro de Orleans-Borbón y Corinna, los otros implicados
Posteriormente se enteró James Badcock, que publicó la información en The Telegraph, lo que provocó que estallara el escándalo para la Corona. Gracias a las investigaciones de este periodista se conoció que Emérito había creado la Fundación Lucum el 31 de julio de 2008 con una sede en Panamá y una cuenta en el banco Mirabaud de Ginebra. La sociedad offshore contaba con un patrimonio de 64.884.405 euros por cortesía de Arabia Saudí, país siempre tan generoso con el Rey Juan Carlos. Al Emérito no se le ocurrió otra cosa que colocar como segundo beneficiario a su hijo y entonces heredero, Don Felipe.
El citado periodista también publicó que Álvaro de Orleans-Borbón, primo del Rey Juan Carlos por ser descendiente de la Infanta Eulalia, hija de Isabel II y hermana de Alfonso XII, había obtenido una comisión por la venta del Banco Zaragozano a Barclays en 2003. El aristócrata fue generoso con Juan Carlos de Borbón y le pagó numerosos vuelos por el mundo cargados a la Fundación Zagatka. Corinna fue invitada hasta que se le pidió que abonara los vuelos, lo que provocó que pusiera el grito en el cielo. Todo era era malo para la Corona, pero lo peor sin duda fue la implicación de Felipe VI.
En su momento se especuló con su decisión. Bekia publicó que no era su edad, sino más bien sus escándalos los que le llevaran a abandonar los actos oficiales. Ya no era un activo para la Corona como sí lo ha sido y sigue siendo la Reina Sofía. Restaba más que sumaba, y así se le daba una salida más elegante. Después del escándalo de la Fundación Lucum se confirma que efectivamente se fue por todo lo que se había sabido de él, aunque Felipe VI le ofreció una salida pactada que no levantara sospechas de lo que había ocurrido.
Una reunión de urgencia en La Zarzuela
Al publicarse que había mucho más detrás se celebró una reunión a la que según el citado medio estuvieron Felipe VI, Juan Carlos de Borbón, Jaime Alfonsín, Jefe de la Casa de SM el Rey, Jordi Gutiérrez, director de comunicación de Casa Real, Domingo Martínez Palomo, Secretario General de la Casa de SM el Rey y Alfonso Sanz Portolés, Consejero Diplomático de Casa Real. El encuentro se celebró el domingo 15 de marzo en La Zarzuela. Allí se trabajó sobre el contenido del comunicado, al que el Rey Juan Carlos añadió que quería echarse la culpa de lo sucedido. Juan Carlos de Borbón no quiere que sus acciones pasadas perjudiquen al presente y el futuro de la Corona, así que puso interés en que se resaltara que Felipe VI no tenía conocimiento de nada. Una vez terminada la reunión se fueron todos de allí salvo el padre y el hijo, que hablaron en privado para decirse quién sabe qué.