A la cantante le hicieron escoger en una ronda de preguntas y confirmó a cuál de los dos hijos del Príncipe Carlos prefiere.
Adele respondió a 73 preguntas de Vogue. Una de ellas le hacía tener que elegir entre los Príncipes Guillermo y Harry. Mientras contestaba a esta y a otras respuestas recorría su impresionante mansión de Los Ángeles, valorada en 9,5 millones de dólares.
El hecho de que Adele se haya trasladado a los Estados Unidos y viva en una lujosa casa no ha hecho que olvide sus raíces británicas, y como era de esperar, la revista le preguntó por la Familia Real Británica, obligándole a elegir entre los dos hijos del Príncipe de Gales.En el vídeo, se ve a la artista entrar en su casa desde el jardín y cuando es preguntada por su favorito entre los Príncipes, se vuelve hacia la cámara con una gran sonrisa y responde: "Príncipe... ¡Harry!". Una respuesta que a muchos no ha pillado por sorpresa, ya que no es la primera vez que Adele muestra su predilección por el Duque de Sussex.
En 2011, la cantante declaraba en una entrevista que le encantaría salir de noche con el Príncipe Harry... Incluso aseguró que quería casarse con él porque estaba enamorada: "Estoy detrás del Príncipe Harry. Sé que dije que no saldría con un pelirrojo, ¡pero es el Príncipe Harry, sería una verdadera Duquesa!", bromeaba.Adele prefiere no salir con un famoso
En el vídeo de 18 minutos, Adele muestra un jardín "muy inglés" y su espectacular casa: "He tenido citas con algunos famosos, pero no me gusta, sales y todo el mundo mira a los dos. Vamos a sitios en los que todo el mundo sabe tener la boca cerrada, pero claro, todo el mundo quiere estar con un famoso, así que no me fío de nadie", aseguraba cuando se le preguntaba por su vida sentimental.
Durante la ronda de preguntas, Adela también tuvo que decidir entre los Beatles y las Spice Girls: "Es un poco injusto, pero me voy a decidir por las Spice Girls", aseguró. Las preguntas de Vogue también dejaron una curiosidad sobre las posesiones de Adele, que aseguró que la más preciada para ella era un chicle de Celine Dion que James Corden había guardado y luego enmarcado para ella.