La Princesa Ana es uno de los miembros más trabajadores de la Casa Real Británica. Año tras año rivaliza incluso con el Príncipe de Gales, que amplía su agenda a medida que la Reina disminuye la suya por su avanzada edad. Sin embargo, su labor pasa muy desapercibida, apenas convoca a la prensa y no tiene el interés mediático que sí levantan otros miembros de la que es sin lugar a dudas la Familia Real más famosa del mundo.
La Princesa Real (Princess Royal), título que le concedió la Reina Isabel en 1987 y con el que el Monarca o la Monarca distingue a su hija mayor si es que así lo desea, trabaja duro y prefiere no acaparar la atención mediática. Al igual que su padre, el Duque de Edimburgo, al que se parece mucho, siente poca simpatía por la prensa, aunque nunca se ha visto acosada especialmente, algo que sí han padecido el Príncipe Harry y Meghan Markle.
Precisamente para ellos tuvo un mensaje en una entrevista concedida a Vanity Fair USA con motivo de los 70 años que cumple el 15 de agosto de 2020. Es inusual que la Princesa Ana dé entrevistas. En su momento fue una royal rebelde que generaba cierta atención, pero el paso de los años fue enfriando ese interés, y ella prefiere no alimentarlo. Sin embargo, debido a la entrada en una nueva década quiso hacer una excepción y mostrar algunos detalles de su vida y su trabajo. Lo más sorprendente no fue por ejemplo saber el poco séquito que necesita o la gran cantidad de compromisos que es capaz de cumplir, sino ese recado hacia el hijo y la nuera de su querido hermano Carlos.
"No deben olvidar lo básico. No creo que esta generación más joven entienda lo que se estaba haciendo en el pasado. No reinventen esto, porque nosotros ya hemos estado ahí, lo hemos hecho. Y algunas de estas cosas no funcionan. Puede que tengan que volver a lo básico", señaló. Estas palabras que suenan más a consejo que a reproche, han provocado que haya quien recuerde que ella tomó una decisión similar a la de los Duques de Sussex con sus hijos, a los que privó de títulos pese a ser nietos de la Reina Isabel: "Creo que era más cómodo para ellos, y también creo que la mayoría de la gente estará de acuerdo en que los títulos no conllevan solo ventajas. Así que creo que hice lo correcto".
La distinta renuncia de la Princesa Ana
A este respecto hay que realizar matizaciones. Lo primero es que la Princesa Ana no juzga la decisión de los Duques de Sussex de que su hijo no sea Alteza Real y Príncipe de Sussex, algo que le correspondería cuando el Príncipe Carlos sea Rey, y que hasta ese momento se habría solventado con una patente real de Isabel II, que fue lo que se hizo para garantizar que los vástagos de los Duques de Cambridge tuvieran dignidades reales. Lo que ha hecho la Princesa Real es recordarles que ella y los que estuvieron antes también transitaron por ese camino y que deberían aprender de su ejemplo o de sus errores.
Además, los que reprochan que la Princesa Ana no quiso títulos para sus hijos, y por tanto no tiene derecho a criticar a los Sussex, tampoco se ajustan a la realidad. El Príncipe Harry aceptó títulos que se extendían a su esposa, así como el tratamiento de Alteza Real. Cuando nació Archie renunciaron a que llevara un título, y posteriormente los Sussex dijeron adiós a sus deberes reales para ser financieramente independientes. Finalmente salieron de la Casa Real Británica.
Para la hija de la Reina fue distinto, y no solo porque la Princesa Real nunca abandonó sus funciones oficiales ni esperó que su consorte las tomara, algo que sí hizo Meghan Markle en su momento. Cuando la Princesa Ana se casó en 1973, Isabel II ofreció un condado a su yerno, Mark Phillips. De esa forma, sus hijos tendrían tratamientos no de realeza, pero sí de nobleza, como los vástagos de la Princesa Margarita y Antony Armstrong-Jones. Al rechazarlo, los hijos que nacieron, Peter y Zara Phillips, no tienen dignidad regia alguna. De todos modos, aunque Mark Phillips hubiera aceptado ser Conde, sus vástagos nunca serían Príncipes ni tendrían tratamiento de Alteza Real. No hay que olvidar que en Reino Unido los títulos se transmiten por línea masculina, así que mientras los Duques de Sussex sí han dicho no a que su hijo sea Alteza Real, los Phillips nunca podrían serlo. Peter Phillips llevaría el título subsidiario al de su padre hasta que lo heredara. Además, se perdería con él al haber tenido dos hijas, Savannah e Isla. Por su parte, Zara Phillips tendría tratamiento de Lady, y ni su marido ni sus hijas tendrían consideración noble.