Galería: La Familia Real Española en imágenes
La operación cardiaca del Rey Juan Carlos ha tenido como consecuencia el paseo por el hospital de todos los Borbón y Grecia a excepción de Pablo Urdangarin, que milita en el equipo de balonmano HBC Nantes y no ha podido ver en persona a su abuelo. Por visitas no puede quejarse, aunque no todo el mundo ve bien lo que han hecho.
Una persona del entorno del Rey Juan Carlos ha criticado cómo la Familia Real y la Familia del Rey ha llevado la intervención. "¡Letizia me es igual lo que haga! ¡Es solo la nuera! ¡Pero los hijos no pueden ir solo de visita cuando el padre ha sufrido una operación a corazón abierto !", señala esta fuente a Pilar Eyre con enorme enfado.
Sin embargo, quien se lleva la peor parte es la Reina Sofía, a quien echa en cara que le parece bien quedarse con los honores y el estatus que le supone haber sido Reina de España, pero que no ejerce de esposa en un momento tan delicado: "¡O se está a todas o no se está a nada!". Quizás olvida que aunque no estuvo con él durante la operación, ha sido la que más le ha visitado.
Esto pone de manifiesto que el círculo del Rey Juan Carlos no tiene en estima a la Reina Sofía. Esta persona además, reprocha de forma ridícula que Doña Sofía no haya querido divorciarse del Rey Juan Carlos: "Debería haberse separado cuando se lo propuso su marido, así la situación estaría más clara".
Un divorcio imposible
Si bien es cierto que fue el Rey Felipe el que prohibió a su padre que se divorciara, el amigo del que fuera Rey de España comenta que fue cosa de Doña Sofía, criticando que ella no quería romper su vínculo para no dejar de ser Reina: "Don Juan Carlos ha sido un mal marido, es cierto, pero a ella le gusta mucho ser Reina".
Olvida quizás esta persona que ambos hacen ya vidas separadas desde hace décadas, aunque se han unido más en los últimos años, y que un divorcio de los Reyes Juan Carlos y Sofía hubiera supuesto un enorme escándalo para la Corona, uno que la Monarquía no se puede permitir. El estatus de la Reina Sofía hubiera quedado comprometido, pero más todavía la imagen del Rey Emérito, algo que debería preocuparle más que poder divorciarse o no de la que ha sido su consorte desde 1962.