Todo ello ha sido posible porque ha mostrado una imagen de ella nunca antes vista hasta ese momento, lo dio todo con las ganadoras, saltó, posó en la foto, gritó, se emocionó e incluso habló para TVE en una intervención en la que participó su hija, siendo esta la primera vez que concedía unas palabras en televisión, saliendo muy airosa además. Asimismo, su aparición se vio reforzada también por la ausencia de algún miembro de la familia de los Windsor para apoyar a su selección.
Esta claro que su presencia en el Mundial ha tenido para la Reina Letizia una repercusión muy positiva, y su imagen ha mejorado. Ha sabido aprovechar la oportunidad que se le ha presentado en un momento que además se ha convertido en histórico, y más porque su intervención rebosaba naturalidad.
Asimismo, hay que recalcar que tiene un gran dominio de los medios y unas muy buenas dotes comunicativas, ya que como periodista en el pasado -además en la misma cadena- sabe expresarse a la perfección. Se dejó llevar, sin seguir como hasta la fecha un estricto protocolo que a veces a la Familia Real les hace un flaco favor. Que lo haya celebrado como una persona de a pie le ha aportado ese punto de humanidad que a veces escasea con el fin de mantener las formas.
Y es interesante fijarse también en el papel de la Infanta Sofía, quien siempre por su posición acaba relegada a un lado, ya que el protagonismo lo suele ocupar su hermana la Princesa Leonor, quien es la heredera. Las dos dieron una imagen muy familiar y eso se ha criticado de manera más que positiva. Ambas se identificaron con el sentimiento de la felicidad colectiva del momento, sin olvidar que además como mujeres también apoyan a las deportistas españolas, quienes se merecen ser aplaudidas en tiempos en los que la igualdad en el deporte aún es una lucha.
Una ausencia que también ayudó
Más allá de eso, la presencia de la Reina Letizia en el evento deportivo era necesaria e imprescindible, y más teniendo en cuenta que en el Mundial de Sudáfrica en el que España también ganó asistió junto al Rey Felipe y la Reina Sofía. Y la no presencia de los Windsor fue un plus con el que no contaba, pero que llamó bastante la atención, teniendo en cuenta el peso que tiene la monarquía en Inglaterra, y su ausencia no ha estado justificada.