Cuando se produjo un acuerdo entre el Príncipe Harry y Meghan Markle y Buckingham Palace que posibilitó su salida de la Casa Real Británica se hizo con una serie de condiciones. Una de ellas era se establecía una revisión a los 12 meses después de que se hubiera hecho efectiva su marcha. Es decir, el 31 de marzo de 2021 el acuerdo sería revisado por ambas partes.
Después de todo el tiempo y todo lo que ha pasado, era muy complicada una vuelta de los Duques de Sussex a la Casa Real Británica. Teniendo en cuenta que se han comprado una casa en Santa Barbara y que han firmado contratos con Netflix y Spotify, no parecía que fuera sencillo otro acuerdo. Además, el conflicto provocado por el cambio en la partida de nacimiento de Archie tampoco ayudó.
Sin embargo, estaban abiertos a tender puentes aunque solo fuera porque el Príncipe Harry no está dispuesto a renunciar a sus honores militares. En su momento se acordó que los Duques de Sussex estaban " obligados a retirarse de los compromisos oficiales, incluidos los nombramientos militares ", si bien en el caso de los nombramientos militares se quedaba en suspenso durante el tiempo de revisión al ser este un caballo de batalla en las negociaciones.
Sin embargo, todo lo acontecido ha llevado a la Casa Real Británica a no estar dispuesta a que el Príncipe Harry retenga unos honores que se le dieron no solo por su servicio al Ejército británico, sino por su pertenencia a la Familia Real Británica. La gota que ha colmado el vaso es el anuncio de la entrevista de Meghan Markle a Oprah Winfrey, una charla íntima sin restricciones a la que se va a unir también el Príncipe Harry.
Unos honores sí y otros no
El Duque de Sussex tendrá que renunciar a los títulos honoríficos que mantiene de las Fuerzas Armadas. Debería dejar de ser Capitán General de Royal Marines, Comandante aéreo honorario de la RAF Honington, Bury St Edmunds, así como Comodoro en Jefe, Barcos Pequeños y Buceo, Comando Naval Real. Se entiende que también debería abandonar su patrocinio a The London Marathon y Rugby Football League. Por su parte, Meghan Markle debería dejar de ser patrona de The National Theatre, aunque siempre podría negociar otro lugar allí en caso de que ambas partes quieran seguir colaborando.
Sin embargo, no habría problemas en que el Duque de Sussex siguiera siendo patrón de WellChild, Sentebale, los Invictus Games o la Fundación Henry van Straubenzee, donde colabora junto al Príncipe Guillermo. En el caso de la Duquesa de Sussex, podría mantener sus patrocinios con Mayhew y Smart Works. No queda claro lo que pasará con la asociación de los Duques de Sussex con la Commonwealth, aunque todo apunta a que también dejará de existir.