La Reina Isabel parecía incansable, pero no lo es. Preparada para cumplir 70 años en el trono, momento en el que tendrá 95 años, y con una agenda presencial recuperada tras muchos compromisos telemáticos debido a la pandemia, algo a lo que por cierto se adaptó con asombrosa rapidez, no había nada que se le pusiera por delante.
La Monarca tiene energía, pero también una edad muy avanzada. Su determinación de cumplir con todo le ha hecho flaquear, y los médicos le obligaron a cancelar el viaje a Irlanda del Norte que tenía pensado hacer. No solo eso, sino que tuvo que ser ingresada, y aunque no parece haber motivo para la alarma, hay cosas que tienen que cambiar.
Sin sus caminatas
Una de ellas, lo que le cuesta quizás más que no cumplir con su agenda presencial, porque con la virtual ha vuelto el martes 26 de octubre de 2021, es no salir a pasear con sus perros. Los corgis y dorgis han sido una constante en su vida, y aunque se ha llevado muchos disgustos, sobre todo cuando murió su dorgi Fergus, que solo tenía 5 meses, es consciente de que sus mascotas le hacen mucho bien.
Le gusta pasear con ellos todos los días y dar largas caminatas por Windsor, algo que sin duda le ha ayudado a mantenerse tan bien. Sin embargo, tiene que parar. Como señala Daily Mail, la Monarca se ha visto obligada a renunciar a dar estos paseos diarios con sus mascotas para poder centrarse en recuperarse totalmente.
Los médicos le pidieron que descansara, y ese descanso incluía dejar de realizar esos largos paseos que tanto le gusta realizar y que espera retomar lo antes posible, al igual que su agenda presencial. Pero para que todo eso se produzca, no le queda otra que seguir los consejos de los médicos y centrarse en su completa recuperación.