Su último viaje tuvo lugar por un motivo triste, el funeral del armador Alexander Goulandris, íntimo amigo de la Familia Real Griega, que fue despedido en Atenas. Allí se dejaron ver los Reyes de los Helenos con sus tres hijos varones y su nuera Tatiana, así como la Reina Sofía y la Princesa Irene.
Aprovechando su estancia, ha pasado unos días con su hermano Constantino, quien está cada vez más delicado a sus 77 años, y camina con mucha dificultad. Además, junto a su inseparable hermana Irene, ha visitado la catedral de Santa Bárbara, ubicado en el barrio de Egaleo, en Atenas, para visitar las reliquias de Santa Bárbara. Los restos fueron llevados desde la isla veneciana de Burano hasta la capital griega, donde descansarán hasta el 15 de junio. Por eso, Doña Sofía y la Princesa Irene han querido verlos.
Sus vacaciones en Grecia terminaron el martes 6 de abril, ya que ese día hace entrega de los Premios Fundación Mapfre 2016 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Precisamente en esta entidad trabaja la Infanta Elena, protagonista de una de las últimas tensiones familiares que no habrán sido ajenas a la Reina Sofía. El motivo es que Froilán está cansado de vivir en Estados Unidos, y lo que quiere es comenzar sus estudios universitarios en España. Por su parte, la Infanta Elena y Jaime de Marichalar quieren que su primogénito continúe en Estados Unidos, donde puede vivir tranquilo sin el acoso de la prensa.