Y el lugar escogido fue la Cumbre Internacional sobre Investigación e Innovación en enfermedades Neurodegenerativas (CIIIEN) en su sexta edición y que un año más contaba con la colaboración con la Fundación Reina Sofía y que se celebró el 19 de septiembre en la ciudad gallega de Santiago de Compostela. Allí llegó sola y sin compañía alguna de ningún otro miembro de la Familia Real. Un primer acto discreto con el que retomar su agenda profesional tras unos meses de lo más complicados para los Borbones.
Y es que la relación casi nula entre los Reyes Eméritos es un secreto a voces que no hizo más que confirmarse durante las vacaciones del verano. Mientras Juan Carlos I se veía envuelto en una serie de escándalos públicos y se iba de vacaciones a Galicia, la Reina Sofía por su parte decidió refugiarse de nuevo en su tradicional destino vacacional, Mallorca, rodeada de sus hijos y sus nietos a excepción de la Infanta Cristina y sus hijos Pablo, Miguel e Irene Urdangarin, otro de los frentes abiertos de la monarca.
Todo el verano separada del Rey Juan Carlos I
El matrimonio solo se dejó ver a finales del mes de agosto para recibir a la ex Primera Dama de los Estados Unidos, Michelle Obama, que junto a sus hijos realizó una visita personal a la isla pitiusa. Tampoco quiso reaparecer en el evento familiar de verano, el bautizo del hijo de María Zurita, confirmando su ausencia por motivo de su asistencia a la boda de los hijos de unos amigos en Reino Unido, tal y como ha sabudo LOC. Otra ausencia que no hizo más que reafirmar la más que evidente fisura que hay en la Familia Real Española