Galería: La Reina Sofía, una vida en imágenes
El pasado día 10 de abril, la Reina Sofía tuvo que ingresar en la Clínica Ruber Internacional de manera repentina por sufrir un problema en el tracto urinario. La noticia cogía a todo el mundo por sorpresa pues hacía escasos días se la había podido ver perfectamente tanto en la boda de José Luis Martínez Almeida como en el funeral de Fernando Gómez Acebo junto a toda la Familia Real.
La Reina emérita sufrió este contratiempo de salud que le ha llevado a tener que ingresar en el hospital durante cerca de tres días, un ingreso rápido del que la propia Casa Real ingresó. Según comunicaron, la Reina Sofía tuvo una infección en el tracto urinario y estuvo siendo tratada por una combinación de antibióticos y controlada en todo momento en el hospital.
Hasta el lugar se desplazaron el Rey Felipe y la Reina Letizia, que aseguraron haber visto bien a la Reina Sofía, así como la Infanta Elena, quien no hizo declaraciones y lució un rostro bastante serio. Sin embargo, esta estancia en el hospital ha sido breve y la Reina Sofía ya ha recibido el alta hospitalaria. La monarca salía por su propio pie por la puerta principal del hospital con una amplia sonrisa.
Está perfectamente
La Reina Sofía lucía un aspecto espectacular a las puertas del hospital, con un traje de chaqueta que le quedaba fenomenal y una amplia sonrisa pero, eso sí, con la vía aún colocada en la mano. La Reina emérita salía sola del centro hospitalario y se montaba en un coche pero no dudaba en atender con amabilidad a la prensa que se encontraba a las puertas del hospital en el que ha permanecido ingresada tres días.
"Estoy muy bien. Nueva. Muchas gracias", decía sonriente y divertida la Reina Sofía. No cabe la menor duda de que se ha tratado de un pequeño contratiempo de salud de los que ella ha tenido muy pocos, pues apenas ha tenido que pisar hospitales nunca, al contrario del que todavía es su marido, el Rey Juan Carlos, quien sí ha sufrido muchos achaques y complicaciones de salud.